Ramadán en NavarraUn mes de abstinencia, sacrificio y meditación
Diario de Noticias, 07-09-2008no comer, no beber y privarse de practicar relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol. Estas son las tres principales acciones que los musulmanes deben respetar durante el mes del ramadán. En los 29 días de ayuno, que según el calendario lunar se extienden este año desde el dos de septiembre hasta el uno de octubre, los seguidores de la religión monoteísta mantienen abstinencia total en todo aquello que rompe la meditación.
Aunque existen excepciones, los niños y enfermos no tienen que seguir dicha penitencia, los musulmanes han de cumplir con la tradición “en cualquier país y en cualquier estación del año”. Por este motivo, en Navarra, donde la comunidad musulmana ya cuenta con más de 6.000 miembros (2.500 de ellos residen en la Comarca de Pamplona), también se ayuna desde el pasado martes.
Decenas de árabes procedentes de países tan dispares como Bulgaria, Senegal, Egipto, Pakistán, Mauritania y los cinco estados que conforman el Magreb, acuden “casi a diario” hasta la nueva mezquita de Pamplona, ubicada en el barrio de San Jorge, para sumergise en la oración y respetar las dos columnas del ayuno en el Islam: la abstinencia de todo aquello que rompa la vigilia y tener presente en la mente la intención.
tercer pilar del islam
El ramadán es obligatorio para la nación musulmana “de todo el universo”
Aymen, imán de la mezquita de Pamplona, señala que con el ayuno los musulmanes pretenden aumentar y fortalecer la voluntad del ser humano sobre las necesidades y los caprichos. Durante los 29 días que en este año dura el ramadán, los árabes sólo pueden tomar alimentos y practicar relaciones sexuales por la madrugada. Además, no sólo han de limitarse a la abstinencia de comer o beber, deben evitar tener “malas palabras, malos actos y negativos pensamientos”, así como ser generosos e “incrementar la lectura del Corán”. Algunos creyentes llegan a leer este libro sagrado, compuesto de unas 784 páginas, hasta tres veces en los días de ramadán.
“Esta celebración es uno de los cinco pilares básicos del Islam y su cumplimiento es obligatorio para la nación musulmana de todo el universo”, afirma Aymen. “Sirve para aumentar y fortalecer la voluntad del ser humano frente a la tentación. Es una escuela que enseña al mundo musulmán y educa a la persona. Practicar el ayuno hace saber al hombre las carencias y necesidades que sufren otras personas pues se pone en su lugar, se vuelve más solidario”, añade.
compatibilidad en occidente
“La práctica del ramadán es factible en cualquier país y en todas las estaciones del año”
En cuanto las grandes dificultades que los creyentes pueden tener para ejecutar esta práctica en una sociedad, como la navarra, en la que los horarios y trabajos no entienden de religiones, el imán resalta que “resulta factible realizarlo en cualquier país y en cualquier estación del año”.
“Pueden encontrar dificultades trabajadores de la construcción, soldadores y aquellas personas que ejercen trabajos muy duros. Sin embargo, esta lucha sirve para fortalecer su voluntad”, agrega. A estas personas se les permite romper la vigilia y deben pagar una compensación para recuperar los días desayunados.
De todas formas, y como señala Aymen, la práctica, aunque resulta sacrificada no supone “algo inalcanzable”. Al caer el sol, pasadas las 8.30 horas, llega el momento del banquete del ramadán. Cada día, en la nueva mezquita de Pamplona, se reúnen en torno a 40 árabes para romper el ayuno. Muchos de ellos son musulmanes con problemas económicos a los que el centro islámico les invita a la cena.
excepciones
Niños, embarazadas, enfermos y ancianos no están obligados a ayunar
Pese a ser uno de los ritos fundamentales del Islam, existen excepciones, casos especiales en los que no hay obligación de abstinencia. “El ayuno es preceptivo para los árabes mayores de edad, que gocen de buena salud y que no se encuentren de viaje, que sean sedentarios. Todas las personas que no entran en esta definición no tienen por que hacerlo”, explica el religioso. “La jurisprudencia cita que no tiene que ser un ejercicio de tortura si no un pilar que enriquece a las personas. Es una situación de piedad para desterrar y cubrir los pecados que se cometen durante el año. Son días de misticismo”, completa.
Junto con el ayuno, durante la abstinencia los musulmanes deben continuar con los cinco rezos diarios obligatorios aunque teniendo en cuenta una peculiaridad: “en el mes de ramadán un rezo equivale a 70 veces de recompensa”, dice Aymen tras explicar que “si un musulmán teme y ayuna durante un día en honor a Alá, éste lo aleja del infierno la distancia equivalente a 70 años de andadura por cada jornada de sacrificio”. En este sentido, el imán asegura que “el ayuno es una madraza donde los musulmanes aprenden cosas incalculables”.
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