Trabajo matiza ahora que se harán contratos a inmigrantes si no hay demanda nacional

Corbacho suaviza su discurso tras las aclaraciones de Fernández de la Vega

Diario Vasco, J. A. BRAVO, 06-09-2008

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Celestino Corbacho, se vio obligado ayer a matizar su anuncio del miércoles sobre la reducción sensible, de cara a 2009, de la contratación de trabajadores extranjeros en sus países de origen, a raíz de la polémica generada entre partidos, sindicatos y organizaciones sociales y el deseo de Moncloa de no abrir nuevos frentes políticos. Tras admitir que su afirmación de que dicha modalidad laboral se aproximaría al «punto cero» no fue nada afortunada – «algo debí decir mal, uno no es perfecto a la hora de explicarse», se justificó, al tiempo que reconoció que sus palabras «pudieron crear una situación compleja de inquietud» – , aseguró que es un «defensor» de ese tipo de contratos y que, como ya apuntó tras la reunión de la mesa del diálogo social, se respetarán todos los convenios internacionales que haya firmado el Estado o pueda firmar en el futuro.

Sus palabras, en declaraciones a la cadena SER, se produjeron apenas tres horas después de que la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega, preguntada por la cuestión tras la reunión semanal del Consejo de Ministros, negara que el Gobierno hubiera elaborado un proyecto al respecto – Corbacho tampoco dijo que fuera a haber reformas normativas, sino en todo caso un cambio de orientación – e insistiera en que el gabinete socialista mantiene su idea de tener «una inmigración legal y ordenada, en función de las necesidades del mercado laboral». «Es lo único que cabe, pero no la política», añadió la número dos del Ejecutivo, quien insistió en que se realizarán todos los contratos en origen «que se necesiten» y, «en todo caso, los temporales (la mayoría, en las campañas agrícolas) los va a haber», matizó, al tiempo que apuntó que esta cuestión deberá ser tratada en su momento junto a los agentes sociales, empresas y sindicatos, además de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

No obstante, zanjada la polémica semántica, Corbacho insistió en su planteamiento, respaldado en líneas generales por el Ejecutivo y el aparato socialista, de que «habrá toda la contratación en origen que haga falta, pero cuando las personas de aquí (que ya viven en España) hayan tenido la ocasión de encontrar trabajo, independientemente de su procedencia (sean nacionales o extranjeros)». COLPISA

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