Entierran en Ecuador al hombre que se quitó la vida tras asesinar a su pareja en Ontinyent

La Secretaría Nacional de Inmigrantes Ecuatorianos asume la repatriación del fallecido

Las Provincias, E. ALBERO/EFE, 05-09-2008

El cuerpo del hombre de nacionalidad ecuatoriana que se quitó la vida tras asesinar a su mujer el pasado 18 de agosto en Ontinyent llegó ayer al aeropuerto de Quito para su entierro, según informaron fuentes del Consulado de Ecuador en Valencia.

La Secretaria Nacional de Inmigrantes de Ecuador se hizo cargo de la repatriación, ya que el hombre no tenía contratado ningún tipo de seguro que cubriera el traslado del cuerpo a su país de origen.

La aerolinea Air Comet, en colaboración con la embajada de Ecuador, fue la encargada de transportar los restos mortales del fallecido hasta la capital ecuatoriana.

El presunto asesino y su mujer han dejado tres hijos, dos de ellos mayores de edad, y uno menor. Ellos prosiguen con su vida en la capital de la Vall d’Albaida, después de que el pasado 21 de agosto se celebrase el entierro de su madre en la iglesia de San José.

La hija mayor, de 23 años de edad, sigue trabajando en el bar que regentaba la pareja, el Checho II, situado en la avenida de Albaida. El local abrió ayer de nuevo sus puertas tras el periodo vacacional. El otro hermano, de 19 años, es militar de profesión.

Fuentes próximas a la familia explicaron que la hija ha vuelto a su actividad habitual en el establecimiento. Añadieron que la familia “se está viendo sobrepasada por el gran volumen de papeleo al que tienen que hacer frente tras el trágico suceso” y por la “desoladora situación” en que se ha quedado tras el parricidio.

El juzgado número dos de Ontinyent sigue investigando el caso después de que los dos cadáveres fueran sometidos a la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Valencia (IML).

El análisis de la escena del crimen reveló que el presunto asesino disparó seis veces a su pareja con una escopeta de caza. Acto seguido, el hombre se quitó la vida de un tiro. El hijo pequeño de ambos encontró a su madre sentada en una mecedora del chalé en el que vivían, ubicado en el Camí de la Pólvora.

Queda un punto por aclarar: saber si hubo premeditación por parte del supuesto asesino. Todo radica en conocer si el hijo menor de la pareja fue enviado por el padre a jugar a casa de los vecinos para cumplir con su oscuro propósito o sí, por el contrario, el menor acudió por voluntad propia a la vivienda de al lado, como solía hacer cada tarde.

En la investigación quedó patente, según confirmó la Guardia Civil, que no existía ninguna denuncia previa por malos tratos entre la pareja, ni mediaba orden de alejamiento entre ambos.


Un crimen en plenas fiestas

El asesinato, que tuvo lugar en plena semana grande de las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent, marcó no sólo las celebraciones, sino también el resto de los actos oficiales. Las banderas ondearon a media asta en señal de duelo por los luctuosos hechos.

Los minutos de silencio en memoria de la víctima ocuparon tanto los actos públicos como los privados, desde la concentración convocada por el Ayuntamiento y secundada masivamente hasta las cenas de los capitanes de los bandos.

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