Rubalcaba anuncia el endurecimiento de las penas de cárcel para las mafias que trafican con personas
La Voz de Galicia, , 05-09-2008El ministro del Interior propuso ayer a los grupos parlamentarios una reforma del Código Penal para endurecer las penas de cárcel para las mafias que trafican con inmigrantes cuando impliquen a menores de edad en sus viajes por alta mar. En la actualidad, los patrones de cayucos o pateras que son capturados son condenados a seis años de cárcel, y la idea que maneja el Ejecutivo es elevar el castigo diez o doce años cuando se detecte la presencia de niños.
El PP alertó del riesgo de una medida como esta porque puede ocurrir que quienes pilotan las embarcaciones, si se ven en riesgo de ser capturados, arrojen por la borda a los niños para evitarse una condena más amplia. Alfredo Pérez Rubalcaba concedió que hay que reflexionar sobre esa posibilidad porque igual es «peor el remedio que la enfermedad», y reconoció que no hay «fórmulas mágicas» con las que afrontar el fenómeno.
A por los «pasadores»
Explicó, no obstante, que el objetivo del cambio legal es que las mafias se queden sin «pasadores», como se denomina en la jerga a los patrones de los cayucos y pateras, y «ya tienen dificultades para encontrarlos». Recordó que en la actualidad hay 178 personas encarceladas por ese delito.
El titular de Interior expuso sus propuestas para combatir la inmigración ilegal en el Senado un día después de la llegada a Gran Canaria de un cayuco con 14 subsaharianos muertos, un hecho, dijo, «intolerable» y que no se puede volver a repetir. El ministro detalló que otra de las propuestas es la reforma de la ley de extranjería para ampliar el tiempo de permanencia en los centros de internamiento para los extranjeros que intenten entrar en España sin documentos.
En la actualidad, el plazo máximo es de 40 días, pero el ministro consideró que es un tiempo «insuficiente» para hacer todos los trámites para la devolución a sus países de origen, y si los requisitos no se cumplimentan en ese plazo, hay que dejar en libertad a los extranjeros, aunque estén en situación ilegal. Relató que muchos de los que llegan en patera o cayuco guardan silencio para no ser identificados y así «ganar tiempo».
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