«El negro ya se puede marchar»

El Mundo, JOSE M. VIDAL / ANDRES MOYA, 05-09-2008

La Conferencia Episcopal carga contra el ministro Corbacho y le acusa de deshacerse «de los débiles» en épocas de carestía La política de inmigración era uno de los pocos trastos que Iglesia y Gobierno no se tiraban a la cabeza. Pero la decisión del ministro José Corbacho de suprimir parte de las contrataciones en origen ha abierto un nuevo frente. El presidente de la comisión espiscopal de migración, José Sánchez, resumió de esta manera tan gráfica el que es, a su juicio, el espíritu de la propuesta: «El negro hizo su trabajo, el negro puede marchar».


El obispo de Sigüenza – Guadalajara fue implacable con el Gobierno en sus declaraciones a la COPE. «Se trata de un plan muy restrictivo y muy poco considerado, que va contra personas que se dejaron aquí la piel en años de bonanza. Y ahora, como las cosas van peor, se buscan todas las fórmulas, a veces incluso triquiñuelas, para que se vayan cuanto antes».


Para el presidente de la comisión episcopal de inmigración, las medidas anunciadas por el ministro de Trabajo van «contra los más débiles» y olvidan a las personas en aras de intereses políticos del momento. «Los emigrantes son el colchón de la economía. Se aprieta el muelle cuando las cosas van mal y siempre terminan constreñidos los más débiles que, en este caso, son los emigrantes. En cambio, cuando las cosas van bien, se relaja todo: que entren, que vengan, que esto es jauja».


Reconoce monseñor Sánchez que no está en sus manos «ni me corresponde a mí ni a la Iglesia la solución de esta crisis o como se la quiera llamar», porque «es un asunto de naturaleza económica y política». Pero, de todas formas, invita a sus fieles y a sus párrocos a que «refuercen los servicios de atención a las personas necesitadas» de tal forma que «a nadie le falte lo necesario».


«Los traeré como pueda»


Y es que las inquietudes sobre el proyecto inicial del Gobierno no sólo atenazaban a la Iglesia, sino también a algunos agricultores. José Carrillo, un empresario que regenta 9.000 hectáreas de olivar en Jaén, emplea a cerca de una veintena de jornaleros inmigrantes entre los que destacan marroquíes y senegaleses. Según apunta el empresario, «todos ellos tenían los papeles en regla y llevan varias campañas recogiendo aceituna». Para esta campaña José volverá a contar con los mismos jornaleros de todas las campañas. «No creo que necesite más mano de obra, pero de ser así tendré que buscar a más jornaleros inmigrantes», asegura.


José espera que la próxima campaña de aceituna sea superior a la anterior, pero reconoce que los jornaleros españoles siguen escaseando.

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