El fallo del motor de un cayuco conduce a la muerte a 14 inmigrantes
La barcaza, con 60 personas, quedó a la deriva varios días hasta llegar a Gran Canaria
La Vanguardia, , 04-09-2008El viaje a la esperanza que cada año realizan hacia España cientos de inmigrantes africanos a bordo de viejos y desvencijados cayucos volvió ayer a terminar en tragedia. Catorce inmigrantes subsaharianos – todos varones- perdieron la vida a bordo de una embarcación que llegó ayer al sur de Gran Canaria, con 46 supervivientes – entre ellos dos mujeres-, tras una travesía larga y difícil de entre 8 y 12 días. Siete supervivientes se encuentran ingresados en centros hospitalarios por su delicado estado de salud.
Según fuentes de la Guardia Civil, el cayuco partió con unos 60 inmigrantes de algún punto de la costa norte de Mauritania, con combustible, provisiones y agua para aguantar durante cuatro o cinco días, que es el tiempo que se tarda en llegar desde esta zona a Canarias. Sin embargo, la fatalidad se abatió sobre este grupo y, a los pocos días de haber iniciado la travesía, el motor de la embarcación se averió. A partir de ese momento, sus ocupantes vivieron un auténtico calvario.
Los inmigrantes trataron de resistir al máximo para poder llegar vivos a tierra y ver cumplido su sueño. Sin embargo, no todos lo consiguieron. La falta de agua y de alimentos, así como las bajas temperaturas, fueron mermando sus fuerzas. Además, muchos de ellos cometieron el error de beber agua de mar, lo que les provocó daños en su organismo. La hipotermia y la deshidratación fueron sumiendo a algunos de los irregulares en un profundo sueño del que ya no despertaron. Durante horas interminables los supervivientes compartieron el reducido espacio del cayuco con los inmigrantes que iban pereciendo. Mientras, la embarcación seguía su travesía, ajena ya al pasaje que transportaba.
Ayer, cuando la esperanza había abandonado a estos inmigrantes, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior localizó el cayuco a unas dos millas del sur de Gran Canaria. Tras ser interceptada, la embarcación fue conducida al puerto de Arguineguín. Allí, la imagen del cayuco era desoladora: 13 cuerpos permanecían en el fondo de la embarcación, flotando en una charco de agua. A la vista de ello, la Guardia Civil decidió volver a la zona del rescate en busca de más cadáveres y, por ahora, ya apareció otro cuerpo a siete millas de la costa.
El año 2008 está siendo dramático para la inmigración irregular que llega en cayuco a Canarias desde las costas africanas. La cifra de irregulares se ha reducido en un 20% respecto al año pasado (hasta ayer, 5.500, mientras que en 2007 fueron 11.746), pero las muertes en la travesía han aumentado de forma sustancial.
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