La Ciudad constata que el menor tutelado usa Melilla como puente a la península

La consejera de Bienestar Social explica que sólo el 20 % de los casos tienen un perfil de desprotección

Diario Sur, FRANCISCO PALMA, 03-09-2008

Los menores extranjeros tutelados por la Ciudad Autónoma son niños inmigrantes «que no vienen por un problema de protección», dado que «son pocos» los casos que responden a «un perfil de abandono, malos tratos o falta de nutrición». La mayor parte de ellos tienen problemas de documentación y tienen la intención de «pasar a la península, permaneciendo el menor tiempo posible en Melilla» porque «las oportunidades son pocas, incluso para los jóvenes locales». De esta manera, la consejera de Bienestar Social analizaba ayer la situación de la inmigración infantil en Melilla donde calcula que «sólo un 20 por ciento de los casos» tienen necesidades de protección social.

María Antonia Garbín respondió ayer a las acusaciones lanzadas por la Asociación Pro Derechos del Niño (Prodein) y declaró que la Ciudad Autónoma es una administración «seria, objetiva y realista» que no va a entrar en el juego de difundir mensajes confusos «que provoquen un aumento en el número de menores que intentan colarse como polizones en los barcos que conectan con la península». Y es que esta entidad hacía pública una estadística en la que ampliaba «en muchos más» el número de 15 ó 20 menores que según la Ciudad Autónoma intentan cruzar de forma ilegal el Mar de Alborán cada día. La dirigente del PP no quiere dar énfasis a unas informaciones que «provocan que sean más los menores que ponen en juego sus vidas».

No obstante, la responsable de las políticas sociales de la Ciudad aclara que, en ocasiones, «muchas veces se confunden con menores a personas mayores de edad, adultos que intentan cruzar a la península». Garbín rechaza el argumento defendido por la asociación que dirige José Palazón en relación a que los menores buscan salir de Melilla por el mal trato que reciben de la ciudad o por la falta de oportunidades. En su opinión, se trata de una inmigración que no responde al perfil que fija la ley de protección jurídica de 1996, una norma «obsoleta».

En este punto, Garbín confirmó que para tener residencia permanente en España, una vez que los menores tutelados alcanzan los 18 años, «éstos deben haber permanecido bajo la custodia de la Ciudad por espacio de cinco años de forma continuada», requisito que se produce «en pocos casos». La popular puso el dedo en la llaga al asegurar que el problema de base «no está en la Ciudad ni en la Delegación del Gobierno» sino en la «pobreza extrema» que vive Marruecos, al que pidió un mayor esfuerzo asistencial.

Sobre Zacarías, el menor que sufrió una caída cuando intentaba colarse como polizón en un barco la pasada semana, Garbín declaró que «está en planta, tiene afectadas las piernas; pero se está recuperando». Aunque la evolución es favorable, aún «se tardará un poco» en darle el alta médica.

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