Pese a la expulsión, su ilusión es Bélgica

El Universo, 02-09-2008

Tiene la confianza de que pronto retornará a Bélgica para reunirse con su madre, Nuria Perugachi, y sus hermanas, Deysi, Alejandra y Éricka; sabe que ellas, al igual que su novia y amigos, agotarán los recursos posibles para tenerlo de vuelta en ese país, del cual fue expulsado hace cuatro días por ser un migrante indocumentado.

Mientras, trata de readaptarse a la ciudad que lo vio nacer. La soledad de la casa en la que residía y la ausencia de sus amigos de infancia lo impactaron; solo la compañía de su abuelo, Jorge Perugachi, y de algunos tíos y primos le dan un poco de tranquilidad.

¿Por qué su interés en regresar a Bélgica?
La situación de nuestro país no se compara con la de Bélgica, en donde los servicios básicos como la educación y la salud son bien manejados y reconocidos (pone como ejemplo la situación de su madre, quien padece tuberculosis). Mi madre recibe medicación gratis y atención personalizada. La enseñanza en los colegios no se compara con la de Ecuador. En definitiva, la vida en Bélgica es mucho mejor que en Ecuador.

¿Qué procedimientos tomará con su familia para volver?
El miércoles (mañana) se reunirán en Bruselas y allí decidirán dónde iniciaremos los trámites. Primero hablarán con las autoridades del instituto superior (Paul Heri Spack), donde iba a estudiar automatización e informática, para que me concedan una visa de estudiante; mientras, acá yo sacaré documentos y esperaré la guía que me den mi madre y el abogado desde Bélgica.

¿Su idea es volver a Bélgica a como dé lugar y estar con su familia?
Sí, porque cuando fui a Bélgica dejé todo acá. Hice mi vida allá, estudié, estoy con mi madre, hermanas y mi novia, que me apoya mucho.

¿Si no se da lo de la visa de estudiante, cuál sería el último recurso?
(Respira) Casarme con mi novia, porque cuando alguien se casa con una extranjera ya no le hacen problema en el país de ella.

¿Cuándo partió de Otavalo a Bélgica y cómo fue su estancia en ese país?
El 2002 mi madre, que ya estaba allá desde el 2000, decidió llevarme a Bruselas para estar nuevamente con ella y mis hermanas (sus padres son separados). Hace dos meses terminé el colegio (Pierre Paulur) e iba a ingresar a un instituto.

Siendo indocumentado, ¿cómo hacía para transitar con tranquilidad?
Cuando pedían documentos presentaba una tarjeta de transporte y no había problema. Nunca tuve líos con nadie y por eso  mis abogados piden que se analice mi caso. Esto es un problema de la nueva política belga.

¿Cómo fue su detención?
Estábamos en una fiesta y la Policía nos pidió papeles, presenté la tarjeta de transporte y mi carné de estudiante, pero no me aceptaron. Me pidieron una tarjeta de seguro y como no tenía me llevaron  a la Comisaría y me interrogaron. Allí me quitaron los zapatos, la correa, el celular y me encerraron en una celda. En diez horas no me dieron agua ni comida. Era una celda chiquita y eso me desesperaba, la presión y los nervios me atacaron y me puse a gritar hasta que llegaron unas señoras que me dijeron que me iban a expulsar a Ecuador.

¿Cómo fue su permanencia en el centro para indocumentados?  De la Comisaría me llevaron al Centro de Detención, en donde estaban otros 40 indocumentados de Arabia, Marruecos y otros países. Estuve incomunicado. Al principio tuve miedo porque todos los detenidos eran  adultos, pero luego me apoyaron porque salía mucho en la televisión. Las cosas no eran como me habían contado sobre las cárceles de Ecuador.

¿Qué pasó en los tribunales?
Fueron cuatro audiencias (resalta que siempre lo llevaban esposado y con resguardo policial) y ninguna salió a mi favor. Me acusaban de vandalismo, desorden público y de violación de territorio. Las juezas me dijeron que lo mejor era que colabore y regrese a Ecuador sin ser expulsado.

¿Cuándo fue el último diálogo con su madre?
La última vez que la vi fue cuando me llevaron al hospital a hacerme unos exámenes. Allí me dijo que  confíe en Dios, que con el apoyo de sus jefes, autoridades del colegio y compañeros iban a hacer lo posible para que pueda regresar pronto.

Rothman Salazar
Migrante expulsado de Bélgica
“Las autoridades belgas actuaron de forma injusta porque ellos no revisaron mis antecedentes en el colegio, donde fui siempre un buen estudiante  y nunca tuve problemas. Llegué (a Quito) deprimido porque mi vida se quedó allá; mi familia, mi novia, mi futuro”.

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