El incremento de población obliga al Consell a invertir cada año 150 millones más en infraestructuras
Los pasajeros de metro y tranvía casi se han doblado en siete años
Las Provincias,
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01-09-2008
La masiva llegada de nuevos residentes a la Comunitat Valenciana ha supuesto un problema de financiación para dotar de servicios de calidad a los recién llegados.
La Conselleria de Infraestructuras, al igual que otros departamentos de la Generalitat, también se ha visto afectada por el aumento demográfico. Por ello tiene que invertir cada año más de 150 millones de euros extra para atender las nuevas necesidades.
Y es que la población valenciana en 1998 apenas superaba los cuatro millones de personas. En cambio, el avance del padrón municipal a 1 de enero de 2008 registra que la Comunitat ya cuenta con más de cinco millones de residentes, un incremento del 25% en apenas una década.
La principal causa del aumento demográfico ha sido la llegada de personas nacidas en otros países y que han decidido establecer su lugar de residencia en España, concretamente en la Comunitat. En estos momentos, los extranjeros suponen ya el 17% de la población que vive en la Comunitat.
El incremento de los residentes no sólo supone un fenómeno social, sino que implica la necesidad de adoptar nuevas medidas para atender a los nuevos habitantes.
La construcción de nuevos colegios, hospitales o centros de salud es lo más visible, pero no es el único gasto que tiene que afrontar la Administración autonómica.
Las infraestructuras, tanto en lo que se refiere a la mejora de los transportes públicos como de las vías de comunicación, precisan también un mayor esfuerzo económico para hacer frente a las nuevas demandas.
Según un informe elaborado por la Conselleria de Infraestructuras y Transporte, el incremento en un 25% de la población obliga a este departamento a un gasto adicional superior a los 150 millones de euros anuales tan sólo en lo que se refiere a carreteras y mantenimiento del sistema de transporte público.
Congestión del tráfico
El colapso de las entradas y salidas de las principales ciudades de la Comunitat se han convertido en la nota dominante en los últimos años. Un fenómeno que hasta hace poco tiempo quedaba reservado a los fines de semana o a la salida o regreso de las vacaciones.
Todo ello como consecuencia en gran parte del aumento de viajes. Según los datos del INE el parque de vehículos en la Comunitat Valenciana ha crecido más de un 9% en sólo dos años. Si en 2004 había 2.921.000 automóviles, en 2006 la cifra superaba ya los 3,1 millones.
En el caso de Valencia el by – pass está colapsado y se hace necesaria una segunda circunvalación, un proyecto que Fomento se ha comprometido a impulsar, pero que ahora se encuentra paralizado.
La V – 30, que conecta la entrada a Valencia por el sur con el aeropuerto, el puerto y las salidas hacia Valencia y Barcelona, registra congestiones continuas. Cada día soporta el paso de 100.000 vehículos.
En la V – 21, la salida hacia Barcelona, las retenciones son lo habitual. Las obras de mejora, a cargo del Ministerio de Fomento, están en marcha, pero acumulan ya más de un año de retraso. En la ciudad de Alicante, la avenida de Dénia y la conexión con las playas están saturadas.
Los principales problemas, según resalta el informe de la Conselleria de Infraestructuras, se concentran en las áreas metropolitanas de las grandes ciudades. Gran parte del colectivo de residentes extranjeros han venido a la Comunitat a trabajar y, como consecuencia, han contribuido a aumentar el tráfico viario, tanto por el mayor uso de los vehículos privados como del transporte público.
Además, la mayor parte de este colectivo poblacional se ha instalado en las áreas metropolitanas de la Comunitat, con lo que el tráfico inducido contribuye a agudizar los problemas de congestión que sufre la red de carreteras.
Transporte público
Desde 2004, la Administración autonómica ha gastado en la mejora del transporte público 1.200 millones de euros. Además, otros 800 millones se han destinado a actuaciones que ya se encuentran en marcha.
Las inversiones han tenido que incrementarse ante las necesidades originadas por el aumento de población en la Comunitat Valenciana.
El hecho de que la mayor parte de la población que ha decidido asentarse en la Comunitat lo haya hecho en las áreas metropolitanas ha contribuido directamente a un mayor uso del transporte público.
Según las encuestas que maneja la Conselleria de Infraestructuras, el uso que hace el colectivo de inmigrantes del transporte público en la Comunitat es superior al del resto de la población.
Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) estima que el número de viajes diarios en las líneas de metro y tranvía de Valencia y Alicante atribuibles a los residentes extranjeros puede calcularse por encima de los 60.000, el 35% del total.
En estos momentos el número de viajes diarios que se realizan en las líneas Metrovalencia y el TRAM de Alicante supera los 180.000, cuando a principios de la década era unos 100.000, un volumen de pasajeros que casi se ha doblado en sólo diez años.
Si se tiene en cuenta la diferencia entre ingresos generados por venta de billetes y gastos (consumo de energía eléctrica y combustible, mantenimiento y conservación del material móvil o gastos de personal, entre otros) el déficit operativo de FGV atribuible al incremento de viajeros durante los últimos años supera los 20 millones de euros.
El aumento poblacional también tiene una relación directa en la inversión que realiza FGV, que puede superar los 50 millones de euros (media de los tres últimos años). Una cantidad que incluye tanto la reposición y renovación de instalaciones como el mantenimiento y la compra de nuevo material móvil (unidades de metro y tranvía).
En Castellón, la Conselleria de Infraestructuras está impulsando el TRAM de La Plana del que ya está en marcha el primer tramo de la Línea 1 que une el campus de la Universitat Jaume I con el centro de la ciudad. El objetivo es que en los próximos cuatro años siga creciendo hasta conformar una red de 10,2 kilómetros y 14 paradas para dar servicio a más de cinco millones de viajeros al año.
Ferrocarrils tiene en Alicante una línea con 95 kilómetros de extensión y 50 estaciones y apeaderos, que unen las poblaciones al sur de Alicante con Dénia. El proyecto de modernización del TRAM ha permitido modificar una línea ferroviaria en una explotación con cuatro líneas que combinan el uso de tranvías, tren – TRAM y trenes diésel.
El TRAM de Alicante entró en servicio el 15 de agosto de 2003 y desde entonces ha estado en pleno proceso de expansión. En los próximos años está previsto que se realice la conexión con la estación de ferrocarril de Alicante. También entrará en servicio la nueva Línea 2, que comunicará el centro de la ciudad con San Vicente del Raspeig y la Universidad. La plataforma tranviaria tendrá ocho kilómetros de longitud. La prolongación del TRAM se completará con 4,5 kilómetros en la playa de San Juan y la conexión con el aeropuerto de El Altet.
Por la costa, está previsto completar la conexión con La Vila Joiosa, Altea y Benidorm. Serán 30 kilómetros más de vía modernizada y electrificada, 32 nuevas estaciones y paradas y la posibilidad de que cuatro millones más de pasajeros utilicen este sistema de transporte.
jsanchis@lasprovincias.es
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