DV. Que la población inmigrante es cada vez mayor en los pueblos y ciudades de Euskadi es un hecho que se puede constatar a simple vista. Ciudadanos norteafricanos, subsaharianos, americanos, orientales o de Europa del Este pueblan nuestras calles y forman parte integrante de nuestra cotidianeidad. La villa de Errenteria no es menos en este aspecto y los últimos años ha sido escenario de la llegada de numerosos habitantes de otras culturas muy distintas a la nuestra.

Restaurantes chinos

Los bazares y restaurantes chinos nos acompañan desde hace ya muchos años, aproximadamente desde que el primero de ellos se instalará en la villa hace una década y media y en los últimos tiempos han proliferado otro tipo de locales comerciales y de encuentro entre compatriotas.

Estos son los locutorios, establecimientos que hacen simultáneamente las funciones de tienda, cibercafé, cabina telefónica, y bar.

Este tipo de locales se pueden ver especialmente en uno de los barrios más emblemáticos del centro de Errenteria, nos referimos a Iztieta, lugar que aglutina el mayor número de inmigrantes de la ciudad, magrebíes y subsaharianos sobre todo, convirtiéndolo en el Lavapiés (barrio castizo madrileño que presenta el mayor cruce de culturas de España) errenteriarra.

A la vez que con los reconocibles locutorios se cuenta en el barrio con alguna carnicería árabe, o tienda de comestibles y hay también peluquerías, pero lo que realmente hace del barrio un lugar de fusión es el paisaje humano que pasea por sus calles y que hace que en pocos metros parezca estar disfrutando de diferentes países.

La instalación hace unos años en el lugar de una de las mezquitas más grandes de Gipuzkoa, ha servido de principal núcleo de atracción de la comunidad magrebí y por ello no es de extrañar que todos los días en las calles de Iztieta muchas personas llegadas del Norte de África desarrollen su vida cotidiana en dicho lugar.

Farmacia de guardia

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