Alrededor de setenta emigrantes de origen africano, entre ellos mujeres – cuatro de ellas embarazadas – y niños, se encuentran desaparecidos tras naufragar el martes la barcaza en la que viajaban frente a las costas de Malta, según informaron ayer ocho supervivientes que fueron rescatados por la Marina de la isla.

Al parecer, el hundimiento de su embarcación se produjo a unas cuarenta millas al sur de Malta y provocó la desaparición de la mayoría de sus ocupantes, de nacionalidad sudanesa y eritrea.

El Ejercito maltés envió ayer un avión a la zona para buscar a posibles supervivientes o encontrar los cuerpos sin vida de los desaparecidos.

El buen tiempo reinante en el Mediterráneo ha atraído a una avalancha de embarcaciones que desde el litoral libio buscan llegar a costas italianas o maltesas. La pasada semana la isla transalpina de Lampedusa recibió en apenas veinticuatro horas una oleada de más de 800 indocumentados.

Por las mismas fechas, el pesquero español Clot de I’llot rescató en aguas internacionales del Mediterráneo a cuarenta emigrantes ilegales, al parecer de origen somalí, que se encontraban a bordo de una embarcación a la deriva en las proximidades de Lampedusa. Tras ponerse en contacto con las autoridades italianas, desde Roma se desautorizó el desembarco y finalmente, después de largas negociaciones, los africanos fueron trasladados al puerto libio de Trípoli una vez recibida atención médica.

Por otra parte, la Policía italiana detuvo ayer en Sicilia a cinco personas que llevaron, presuntamente, varias embarcaciones con decenas de inmigrantes indocumentados hasta Lampedusa. En los siete meses del presente año, más de 15.000 inmigrantes clandestinos llegaron por mar a las costas italianas.