Las llamadas al servicio de mujeres maltratadas se incrementan un 30%

Diario de noticias de Gipuzkoa, 24-08-2008

Casi dos de cada diez llamadas realizadas al 900 840 111 corresponden a mujeres procedentes de Latinoamérica

donostia. El Servicio Vasco de Atención Telefónica a Mujeres Víctimas de Maltrato y/o Agresión Sexual, el 900 840 111, que también atiende llamadas derivadas en Euskadi del número 016 de ámbito estatal, recibió durante el primer semestre de este año un 30% más de llamadas que en el mismo periodo del año anterior. Además, casi un 17% de las mujeres que contactaron con este número procedían del área de Latinoamérica.

Según el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, responsable del servicio, entre enero y junio de este año el teléfono recibió 1.207 llamadas, lo que implica una media mensual de 201 llamadas, mientras que en el primer semestre de 2007 el número total de llamadas fue de 923 (con 153 llamadas de media).

En total, desde el inicio de este servicio, el 31 de enero de 2006, hasta el 1 de julio de este año han llamado al mismo 4.262 personas, de las que el 93,5% son mujeres y el 6,5% hombres (que manifiestan su preocupación por la situación que padece una mujer cercana o se identifican ellos mismos como víctimas de maltrato).

En conjunto, el 75% de las llamadas las realizan las propias víctimas de maltrato, el 17,3% familiares o allegados y el 7,7% profesionales.

En lo que respecta a la edad, casi la mitad de las llamadas atendidas se refieren a víctimas de entre 20 y 39 años, seguidas de las mujeres de entre 40 y 49 años (18%) y entre 50 y 59 años (12,6%). En los extremos de edad los porcentajes disminuyen, de forma que las mujeres a partir de 60 años suponen el 15,7% de las llamadas y las menores de 20 el 5,4%.

Las víctimas originarias de Euskadi protagonizan el 77,3% de los casos, mientras que las mujeres latinoamericanas suponen el 16,7% de las llamadas, seguidas de las europeas (3%), africanas (2,6%) y asiáticas (0,2%). Desde el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales se destaca que se ha apreciado un “ligero aumento” de llamadas de personas con nacionalidad extranjera, “al amparo” de la campaña dirigida a este colectivo.

con hijos Por otro lado, casi la mitad de las mujeres que llaman (45,9%) tienen hijos menores a su cargo. “Es sabido que la mayor parte de los hijos de mujeres víctimas de violencia doméstica sabe que sus madres están siendo maltratadas y, según distintos estudios, hasta un 70% de estos hijos son, a su vez, víctimas de maltrato o abandono”, añaden desde Asuntos Sociales.

Las mujeres que llaman a este servicio buscan información y asesoramiento en el 39% de los casos, además de acompañamiento – seguimiento telefónico (30,5%), apoyo emocional (27,3%) o información sobre cuestiones no relacionadas directamente con el maltrato doméstico pero sí con la igualdad (1,7%). Además, una de cada cien llamadas responde a casos de urgencia o implican agresiones sexuales.

Según estos mismos datos los maltratadores son pareja de la víctima en seis de cada diez casos, su ex cónyuge o ex pareja (17,5%) e incluso su hijo (7,9%) o padre (3,5%).

“temor real” La mayoría de las llamadas se encuadran en la denominada fase de acumulación de tensión, donde la mujer “siente y percibe el riesgo de una posible agresión, con confusión, y temor real”. Las peticiones de ayuda en la fase inmediatamente posterior, la de “agresión” en sentido estricto, son menos habituales pero han aumentado en lo que respecta a los dos o tres días siguientes a dicho episodio de violencia. Cuando se da, se activan los mecanismos de derivación a recursos de emergencia (Policía, SOS Deiak) o de acogida y atención presencial “lo más inmediatamente posible”.

Las mujeres que llaman al 900 840 111 o al 016 desde Euskadi reciben, en un 60% de los casos, atención psicosocial de contención emocional que, aunque está disminuyendo, debe ser de “alta intensidad”. “En general, las mujeres que sufren una situación de maltrato se encuentran en un estado global de shock y desorganización, con sentimientos de impotencia, vulnerabilidad, indefensión, aislamiento y bloqueo”, indican los responsables del servicio.

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