Detienen a dos jóvenes por una agresión sexual a una mujer en Santa Lucía
El ataque, que trata de esclarecer la Policía Autónoma, se produjo en la madrugada del martes
El Correo, , 20-08-2008El barrio de Santa Lucía se despertó ayer sobresaltado por el fuerte dispositivo policial que hacia las nueve y media de la mañana acordonó parte del jardín situado frente al portal número 63 de la calle Florida, en el cruce con Jacinto Benavente. Unas horas antes, una mujer había sufrido allí mismo una fuerte agresión sexual, según denunció en la comisaría de la Ertzaintza. Inmediatamente después, varios agentes se trasladaron al lugar de los hechos y ‘peinaron’ minuciosamente la zona en busca de pruebas hasta bien entrada la mañana.
Pasado el mediodía, la Policía Autónoma se llevó detenidos a dos jóvenes de origen magrebí, que permanecieron esposados en ese mismo jardín durante el tiempo que duró la inspección ocular. Los agentes, junto a los arrestados, realizaron una segunda batida en una guarida situada a escasos metros del puente de Jacinto Benavente, entre los matorrales, que sirve como refugio de indigentes. Al parecer, podría tener algo que ver con los hechos. La Ertzaintza confirmó ayer a EL CORREO que la investigación continúa abierta dado que las circunstancias del suceso «no están claras».
Entre los escasos datos que han trascendido del ataque, el Departamento vasco de Interior aseguró que los hechos se sucedieron «de madrugada». De ahí que el espectacular despliegue de efectivos de la Ertzaintza y de su Policía Científica pillara por sorpresa al vecindario.
Hermetismo
«Pero, ¿qué pasa?». Entre los vecinos que a eso de las once de la mañana iban a dar un paseo, volvían de comprar el pan o se asomaban a las ventanas para intentar enterarse de algo, la inquietud era máxima. El hermetismo de la Ertzaintza, también. «No se preocupe. Todo está bien», se limitaban a responder los agentes.
«Nadie nos ha informado de nada. Lo único que nos han preguntado es si anoche escuchamos o vimos algo raro. Nada más», declararon varios residentes de la zona. «A nosotras, ni eso. Nos han garantizado que no hay peligro, pero no sabemos nada», apuntaron desde la farmacia colindante.
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