La tragedia se cebó ayer con la provincia de Castellón en el que es el accidente más grave de cuantos han tenido lugar en las carreteras españolas en lo que va de verano. Ocho personas murieron y otras cuarenta y cinco resultaron heridas, al menos seis de ellas graves, en un accidente ocurrido a las seis de la tarde en la AP-7 a su paso por Oropesa, cuando el autobús en el que viajaban a Cataluña más de cincuenta pasajeros de origen marroquí volcó por el «reventón de un neumático», según indicó la Delegación del Gobierno.
El conductor del vehículo, F. M. H., el único fallecido de nacionalidad española, perdió el control al estallar la rueda delantera izquierda por causas que, al cierre de esta edición, aún se desconocían. Inmediatamente, el autobús atravesó la mediana y cruzó los dos carriles en sentido Valencia para después volcar sobre el talud que hay junto a la autopista, que permaneció cortada durante cuatro horas en dirección a dicha capital.
Tras haber disfrutado de las vaciones en su país de origen, el medio centenar de pasajeros había desembarcado en el puerto de Almería, lugar en el que les esperaba el autocar, perteneciente a la empresa Meroño, de Cartagena, para trasladarles hasta Tarragona y Barcelona, provincias en las que residían casi todos ellos.
El conductor, natural de Cartagena, había realizado en Murcia el relevo al anterior chófer, pero el fatídico reventón truncó su vida y la de siete de sus viajeros. En el lugar del accidente fallecieron siete de las víctimas, tras salir despedidas por las ventanillas y quedar atrapadas bajo el autobús. La octava pereció en el Hospital General de Castellón poco después de su ingreso debido a la gravedad de las heridas que presentaba. Entre los muertos se encuentran dos varones, un niño de tres años y cinco mujeres de entre 18 y 60 años.
Amputaciones
La brutalidad del accidente hizo que 45 personas más sufrieran lesiones de diversa consideración. Tres de los heridos más graves fueron trasladados al Hospital La Fe de Valencia en helicópteros medicalizados de la Generalitat. En concreto, un niño que sufría la amputación de un miembro, y otro menor y un adulto con traumatismos craneoencefálicos severos.
Los otros heridos graves fueron atendidos en el Hospital General de Castellón. Entre ellos, una niña que también sufrió la amputación de las dos manos.
El resto de los 39 afectados presentaban lesiones de carácter leve. De ellos, 27 fueron trasladados al Hospital Provincial de Castellón y doce al de La Plana en Villarreal, según informó el conseller de Sanidad, Manuel Cervera. No obstante, todos ellos recibieron el alta antes de medianoche y fueron alojados en el polideportivo de Castellón, donde recibieron todo tipo de atención y fueron visitados por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
La tragedia de Oropesa puso punto final al Puente de la Virgen, en el que 21 personas han perdido la vida en las carreteras españolas desde el pasado jueves.