Los cayucos siguen llegando a las costas canarias, con un ritmo que se ha visto elevado en las últimas semanas, pero la Delegación del Gobierno insiste en que los números de este año son mejores que los de 2007.
La última de estas embarcaciones clandestinas arribó ayer al Puerto de Los Cristianos, en Tenerife, con un total de 61 inmigrantes entre dos y cuatro posibles menores, entre ellos que fueron desembarcados tras haber sido rescatados en alta mar por el buque de Salvamento Marítimo «Conde de Gondomar».
Tras su llegada a puerto, los inmigrantes fueron atendidos por la Cruz Roja y los servicios sanitarios, que comprobaron que los inmigrantes se encontraban en aparente buen estado de salud, aunque tres de ellos tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios para ser atendidos a causa de que se observaban lesiones leves.
Ante el aumento en la llegada de cayucos a las costas canarias, el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista, prefirió dar números optimistas, que señalan, según su criterio, que el número medio de inmigrantes clandestinos ha descendido «de 100 a 60» por embarcación, si se lo compara con años anteriores. Batista explicó que hasta julio del año pasado habían llegado al Archipiélago 5.594 personas, y este año, 4.557; por tanto, 1.037 personas menos. «De todas formas, estas cifras no son más que meros datos estadísticos y lo importante es que seguimos asistiendo a este drama tremendo que es la inmigración irregular», señaló.
Mientras tanto, la prensa francófona africana daba cuenta de que el golpe de Estado en Mauritania había hecho que aumentase el número de personas que se hacen a la mar desde las costas del país africano con la intención de llegar a Canarias. Según la agencia AFP, el 90 por ciento de los cayucos proviene de ese país.