La crisis económica también afecta a los negocios montados por los inmigrantes

ABC, ROCÍO RUZ, 11-08-2008

Algunos clientes utilizan los servicios de un locutorio ubicado en Los Remedios
MARIA ROMERO PRADA
SEVILLA. Nadie se salva de la crisis en la actividad económica. Y éste también es el caso de los locutorios, establecimientos donde se ofrecen servicios como el envío de dinero, la compra de tarjetas telefónicas o la conexión a Internet, que dan medida del descenso del poder adquisitivo entre los inmigrantes y el cierre al que se ven abocados estos establecimientos, que servían de clásica vía de comunicación para ellos.
«Estos negocios han tenido una buena aceptación, tanto en su montaje como medio de vida como en su consumo entre la población inmigrante, cuya procedencia mayoritaria es de Ecuador, Colombia, Perú y República Dominicana», comenta Alexis Valdés, comercial de una empresa, que desde 2003 suministra los elementos necesarios para montar un locutorio como cabinas, tarificadores, visores de tiempo o servicio de telefonía.
Alrededor de los locutorios viven comunidades de personas de países latinoamericanos, africanos y del sureste de Europa que probando un poco de suerte vinieron a España,y concretamente a Sevilla buscando un futuro mejor.
«Los barrios en Sevilla con un mayor número de locutorios son La Macarena, Los Remedios o Los Pajaritos», detalló Alexis Valdés.
Estos centros multiservicios son un punto de referencia y encuentro para la población inmigrante. «Aquí se reúnen para hablar o para enviar un poco de dinero a sus familiares», explicó Nancy, encargada del locutorio «Mitad del Mundo», situado en la calle Niebla en Los Remedios. De nada ha servido para muchos locutorios, como indicó Nancy, que «aumentemos el negocio con la venta de bebidas, golosinas, o hasta cafés, y permitamos su consumo en el interior del establecimiento para atraer a los clientes». Según dijo, «también incorporamos productos latinos, como las arepas, y, además, la posibilidad de hacer fotocopias o enviar un fax». Pero, según contó, «hemos notado como la falta de empleo entre los clientes o una menor renta de la que disponen la población inmigrante que viene aquí está relacionado con el descenso del consumo». «Lo que entra cada mes en los hogares para poder vivir es menor, y ahora lo que vienen es a preguntar si conocemos alguna oferta de trabajo o si pueden poner un anuncio de empleo en el tablón», comentó Nancy.
La asiduidad a estos establecimientos ha cambiado, subrayó la propietaria, «antes siempre estaba lleno con un público fijo de clientes que llamaban o utilizaban la conexión a Internet todos los días». Cuenta cómo ese público ha disminuido «hasta convertirse en un goteo de personas». Además, «las temperaturas en Sevilla hacen que vengan menos personas», explicó Nancy. Actualmente, «ni se consumen tarjetas telefónicas, no se conectan a Internet, ni llaman por teléfono o envían grandes cantidades de dinero con la frecuencia de años anteriores», aseveró.
Según la propietaria, «es complicado mantener abierto cuando tienes que pagar alquiler, más los gastos de luz, agua y la conexión telefónica y de Internet, si no te entra ni la mitad de lo invertido en un mes». Narró que «ya existen varios que se han traspasado por esta zona, otros que están en proceso y algunos que se lo están pensando seriamente hacerlo si la perspectiva económica no mejora».
«El aumento del paro entre los inmigrantes y la subida de los precios de los productos de primera necesidad, como son los alimentos o el transporte, frena el consumo en los locutorios que depende en gran medida de este público», sentenció.

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