SEVILLA. El puerto granadino de Motril se ha acabado convirtiendo en el que mayor número de inmigrantes recibe de Andalucía, ya que la mayoría de las pateras que se interceptan en las proximidades de la isla de Alborán y las que consiguen acercarse a la propia costa de Granada, son trasladados por las embarcaciones de Salvamento Marítimo a este puerto. Su centro de acogida, según explicó ayer a ABC el alcalde de Motril, Carlos Rojas (PP), puede llegar a acoger a algo más de cien inmigrantes, pero en los últimos días se ha visto colapsado al tener que albergar a los 176 que han llegado desde el martes, entre los que se encontraban trece niños de corta edad. Ayer mismo un grupo de ellos fue trasladado a un centro de acogida de Córdoba.
La última patera que llegaba a este puerto lo hacía la noche del miércoles, cargada con 63 inmigrantes, entre ellos siete niños de entre 2 y 5 años y 14 mujeres, una de ellas embarazada. La misma tónica de los ocupantes de las dos embarcaciones que fueron interceptadas el martes.
Con esta embarcación ya son quince las localizadas y trasladadas al puerto de Motril en lo que va de año, con más de 700 inmigrantes a bordo, de los que sólo seis eran de origen magrebí y el resto subsahariano.
El alcalde de Motril señaló que la situación que se está viviendo esta semana es «complicada», ya que el Ayuntamiento se vuelca en la atención a estos grupos aportando a sus agentes de Policía Local «sin escatimar esfuerzos». Y al final, esta situación repercute en las arcas municipales.
En este sentido, Rojas recordó que los fondos que aporta el Gobierno central a los municipios vinculados a la recepción de inmigrantes, no son para atender estas llegadas de pateras. En todo caso, los 500.000 euros que corresponderán a la provincia de Granada de estos fondos son, según el regidor, «claramente insuficientes».
Otras dos pateras
Pero las embarcaciones siguen salpicando el resto de la costa andaluza. Ayer eran localizados nueve varones que habían conseguido desembarcar en la localidad malagueña de Nerja y otro grupo de 18 era detenido cuando ya había arribado a Costa Ballena, todos ellos varones, mayores de edad y de origen marroquí. Siete de ellos fueron localizados en las proximidades por agentes de la Guardia Civil y los 11 restantes por la Policía Nacional.