España cree que los intereses en Mauritania están a salvo

El Periodico, PILAR SANTOS, 08-08-2008

El Gobierno español respira aparentemente tranquilo ante el golpe de Estado que un grupo de militares dio el miércoles en Mauritania. “La situación está más o menos en calma en todo el país; solo hay algo de movimiento en la capital, Nuakchot, y ni siquiera está previsto que el embajador que se encuentra de vacaciones vuelva”, explicó ayer a última hora una portavoz del Ministerio de Exteriores. La colonia española, unas 200 personas entre pescadores, cooperantes y guardias civiles, está “en perfectas condiciones”, según el Ejecutivo, que considera que los intereses en el sector de la pesca y en el control de las fronteras, para evitar la inmigración irregular, no se verán afectados y seguirán como estaban cuando la situación se normalice totalmente.
Las aguas costeras mauritanas, unas de las más ricas del mundo, están surcadas en estos momentos por unos 60 buques españoles, una treintena gallegos, 24 andaluces y el resto, vascos, que buscan sobre todo cefalópodos y mariscos. En total, casi medio millar de personas que ayer, según Exteriores y las informaciones de algunos de los patronos que se pusieron en contacto con sus empresas en España, pudieron realizar el trabajo sin ningún contratiempo en el puerto de Nuadibú.
El derrocado Gobierno mauritano renovó en abril el acuerdo de pesca con la Unión Europea para los próximos cuatro años, un trato que le reportó el año pasado 86 millones de euros. Los Veintisiete y Japón son los principales mercados de exportación de este sector, que supone la principal entrada de divisas y el 25% de los ingresos del Estado, algo más de los beneficios que le reporta la exportación de hierro.

NUADIBÚ, SALIDA DE CAYUCOS
El otro pilar de las relaciones entre España y ese país a caballo entre el África subsahariana y el Magreb es la colaboración en la lucha contra la inmigración irregular. Los alrededores de Nuadibú son desde hace unos cinco años el punto de partida de los cayucos que arriban a Canarias, a solo 300 kilómetros de la costa africana.
La colaboración con la agencia Frontex del depuesto Gobierno de Mauritania – – país de tránsito para los que quieren alcanzar Europa – – permitió el año pasado que la llegada de barcazas al archipiélago se redujera el 62%, según datos del Ministerio del Interior español.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero consideró en el 2004 a Mauritania como país prioritario de la ayuda oficial al desarrollo, condición que le llevó a aumentar considerablemente las aportaciones anuales, hasta los 11 millones de euros en el 2007. Además, el Ejecutivo condonó hace pocas semanas, justo antes de la visita del presidente derrocado, Sidi Mohamed Abdallahi, la deuda exterior (21 millones) del país africano, donde la mitad de los 2,7 millones de habitantes viven con menos de un dólar al día.

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