Seguridad ciudadana. Dos modelos diferentes

La Verdad, 07-08-2008

Uno de los mandamientos que marca la estrategia de búsqueda de votos del Partido Popular y recurso que utilizan muy habitualmente, consiste en “meter el miedo en el cuerpo” a los españoles, a cuenta del concepto que tienen de la seguridad ciudadana, que naturalmente no es, para nada, coincidente con el del PSOE.

El colmo de esta técnica quedó al descubierto cuando produjeron un vídeo sobre la teórica inseguridad que había en nuestro país. Sin embargo, se demostró que las imágenes del montaje correspondían al periodo 1996 – 2004, en el que gobernó Aznar y curiosamente en el Ministerio del Interior estaban Rajoy y Astarloa. ¿Les suenan?

Pero lo más grave del montaje no fue que acusaran al gobierno de la situación de inseguridad, que a juicio de ellos sufría España, es que el video lo montaron en Medellín y las imágenes respondían a los enfrentamientos de los cárteles de la coca colombianos. Naturalmente pidieron perdón al quedar al descubierto.

Y refiriéndonos al periodo 1996 – 2004, bajo la presidencia de José María Aznar, se produjeron los índices más altos de criminalidad que jamás había tenido nuestro país y nuestra Región, merced a la reducción de 10.000 efectivos de la guardia civil y de agentes del cuerpo nacional de policía.El esfuerzo presupuestario público en Seguridad cayó considerablemente, pasando de suponer en 1996 el 0,63 a situarse en el 0,49 del PIB en 2004.Una caída, prácticamente, del 20% en estos recursos, lo que trajo consigo que en 1996 había más agentes en la calle que en 2004, y sin embargo había crecido en algunos millones la población de España y, naturalmente, de la Región de Murcia.

Como ejemplo de lo anterior tenemos que a nuestra Comunidad Autónoma vinieron 11 agentes en 8 años: ¿Dónde estarían entonces los que hoy, un día si y otro también, echan a suertes ver a quién le toca intranquilizar más a los murcianos a cuenta del SIVE y de la inmigración?.

Y si de inmigración hablamos, cuando Aznar llegó al poder teníamos 542.000 inmigrantes empadronados en España; cuando se marchó en 2004, la cifra superaba los 3.600.000, estimándose además que, durante esos ocho años, la inmigración ilegal llegó a suponer un millón y medio de irregulares respecto a l996.

Pero si todos estos datos demuestran la ineficacia de la acción del gobierno de aquellos años, corroborado por los ciudadanos en las urnas, lo grave de la actitud de los dirigentes del PP murciano, no es tanto el estar alarmando diariamente a la población, sino el desprecio que sienten hacia los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil que ponen en riesgo su integridad física luchando por nuestra seguridad.

A mi juicio, además de todo lo manifestado, tiene poca autoridad política quienes hace solo cuatro años y medio no podían devolver a sus países de origen ,me refiero al Magreb, a los que venían irregularmente, porque carecían de cauces diplomáticos, fundamentalmente con Argelia y Marruecos con el que teníamos el contencioso de Perejil.

Y es que en el fondo, la imagen de la presentación de los 243 guardias civiles en el patio de la Comandancia de Murcia, estos últimos días de julio, más los 73 que llegaron en el mes de Febrero les disgusta a los dirigentes del PP; les molesta porque ellos no fueron capaces de hacerlo; lo perciben todo en clave electoral y anteponen los interés partidistas por encima del bien común.



Bartolomé Soler Sánchez. Diputado Regional del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea Regional de Murcia.

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