El Banco de Alimentos de Gipuzkoa favorece a más de 12.500 personas necesitadas
Europa sustituirá en 2009 los alimentos excedentes por subvenciones
Diario Vasco,
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07-08-2008
DV. El Banco de Alimentos de Gipuzkoa (BAG) recoge en su balance anual de 2007 hecho público que ha mejorado ratios anteriores: 627.620 kilos de alimentos repartidos de los que se beneficiaron más de 120 instituciones y unas 12.500 personas. Todos ellos del entorno de su almacén, ubicado en el polígono Lanbarren, de Oiartzun.
José Ignacio Sánchez, portavoz del BAG, cree que «la cifra de alimentos repartidos se puede superar este año, porque tenemos nuevos proveedores». Aumentar las instituciones receptoras «ya es más difícil porque el área de nuestro reparto va de Hondarribia a Zarautz y Tolosa. Nadie va a venir a por un palé de sesenta kilos de alimentos desde más lejos porque no le sería rentable».
En cuanto a las personas, destaca que ellos no contabilizan una a una a quien se entrega. «Lo hacen las instituciones. Podrían ser más, pero hay vergüenza de que vean ir a coger alimentos gratis a gente que hoy no puede llegar al fin de mes porque se ha quedado viuda o es pensionista. Esa persona es la más difícil de llegar, aunque nos gustaría mucho que les pudiésemos ayudar». Los inmigrantes son el núcleo más amplio entre los beneficiados de los alimentos gratuitos.
Intercambio ‘bancario’
En el balance llama la atención la eficacia de intercambio con otros bancos provinciales. El BAG recibe unas 23 toneladas de 13 bancos y da 31 toneladas a 31 entidades similares. Describe Sánchez cómo Zahor aportó el año pasado 34 toneladas de chocolate, «que el BAG no pudo repartir en toda Gipuzkoa. Pues lo distribuimos por otros bancos que a su vez nos mandan bollería, aceitunas… Hay una empresa en Vizcaya, Arga, que le pasa lo mismo con tarros de mahonesa. Y así llega a más necesitados».
No se tira nada «más que lo que llega con fecha de caducidad. Va directamente a la basura».
En el banco de alimentos de Gipuzkoa colaboran 14 voluntarios, todos jubilados con un ánimo desbordado por ayudar, más una empleada del almacén que se encarga de mover las cajas.
Adelanta que están en contacto con la Diputación para crear un puesto en el almacén de mayoristas de Lasarte – Oria, en Bugati, «para que lo que sobra de verduras y alimentos de la huerta que no se ha vendido en el día vaya a nuestro banco de alimentos y se distribuya a las entidades que atienden a los más necesitados». Ese sistema ya funciona en otras provincias. «Además permite ahorrar unas dos toneladas diarias de vertidos».
Dinero por excedentes
Los excedentes de alimentos de Europa ya no irán destinados a los bancos de alimentos de los países miembros, que los distribuían entre los más necesitados. Desde el año que viene, estas instituciones, como el de Gipuzkoa sólo podrán donar lo que las propias empresas de su entorno y los donantes privados aporten a su almacén. La Unión Europea sí destinará presupuestos para adquirir alimentos para los más necesitados.
La nueva normativa comunitaria «no es ningún problema para el Banco de Alimentos de Gipuzkoa, porque el 90% de los que repartimos procede de nuestros propios donantes», señala Sánchez. «Lo que nos han pedido es un informe sobre qué es lo más interesante para distribuir. Porque lo que va a haber es dinero». «Será el Fondo Español de Garantía Agraria quien decida qué se compra o no».
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