TIJUANA, BC.— Sólo faltaban ellas, Zelena e Itzel Aguilar Hernández, para que toda la familia estuviera completa en Estados Unidos.

Hoy, ambas, originarias de Oaxaca, se encuentran extraviadas desde el 18 de julio, cuando Estados Unidos las deportó por la puerta México hacia Tijuana. Aparentemente nadie se enteró de que eran menores de edad, por eso la repatriación se realizó a las 4:20 de la madrugada y no en el horario acordado por ambos países para los niños.

Fue la tercera ocasión que evadieron a las autoridades, a pesar de contar con 13 y 14 años. Dos veces fueron deportadas por Caléxico y otra por Tijuana, donde sus familiares les perdieron la pista.

“Como son muy inteligentes, decidimos que vinieran a estudiar acá (EU). Aquí está toda la familia, mis papás, hermanos y abuelos”, explica Maité Aguilar, hermana mayor.

Vía telefónica, dijo que los consulados de México en San Diego y Caléxico, California, le confirmaron la deportación.

Argumentaron que ellas dijeron ser mayores de edad y no hicieron nada para ayudarlas. “Por eso las mandaron de regreso en la madrugada”, criticó.

Un representante del Instituto Nacional de Migración (INM) confirmó que fueron deportadas a las 4:20 horas del 18 de julio. Justificó que no se dio atención especial por declarar mayoría de edad.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense (ICE, en inglés) reune la información de los deportados. Si hay duda, aquí se corrobora, pero en esta ocasión no hubo mayores cuestionamientos a los connacionales deportados ese día, admitió el funcionario de Migración.

La joven justificó que ante la falta de trabajo en Huajuapan, Oaxaca, sus padres emigraron a California, donde tienen residencia legal cuatro de sus hijos y los abuelos maternos. Cruzaron como indocumentados.

Zelena e Itzel se quedaron con la abuela materna a terminar el ciclo escolar. Luego, las tres viajaron a la frontera para que las niñas cruzaran a Estados Unidos.

Un familiar lejano, Rubén Pérez, las recibió en Mexicali para pasarlas. La abuela, que cuenta con documentos, cruzó confiada, porque aquél era una persona conocida. Quedó que esperaría a las menores en Caléxico y antes de que pudieran encontrarse, fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza.

Rubén y las menores decidieron cruzar por una ruta diferente. Esperaron varios días hospedados en dos hoteles de Mexicali antes de cruzar.Esa fue la última ocasión que Maité habló con ellas. Rubén decidió entregárselas a Yamil Fuentes Martínez, con quien fueron deportadas por Tijuana.

Este hombre es la clave para dar con las adolescentes, pero no ha sido localizado.

Residentes de California, los Aguilar Hernández publicaron fotografías de sus hermanas para recibir cualquier información. En un principio ofrecieron una recompensa, pero recibían llamadas falsas.

Los abuelos se trasladaron a Mexicali para buscarlas, pero la falta de noticias los enfermó y regresaron a California.

 
 

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