El proceso de despoblación que padecen muchas de las comarcas del interior de la Comunitat es una realidad incuestionable. Muchos de los Ayuntamientos afectados han puesto su mirada en la llegada de inmigrantes como recurso para frenar o amortiguar esa caída de población. Con todo, lo que los responsables locales, y también los autonómicos, deben procurar es generar las condiciones de vida que propicien que esa residencia en las localidades del interior disponga de las mejores infraestructuras posibles, de los niveles de empleo más altos y, en definitiva, de los máximas cotas de prosperidad posibles para esas localidades.