donostia. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pasó por alto sus amenazas a los intereses españoles y europeos en su país tras la aprobación de la directiva de la UE de retorno de inmigrantes irregulares y propuso una mesa de trabajo entre Europa y América sobre inmigración, oferta que el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero aceptó.

“Traemos ideas para buscar fórmulas”, señaló Chávez, que dijo “no quisiéramos llegar a ningún tipo de confrontaciones, sino más bien buscar soluciones”. “Nosotros venimos con la mejor buena fe a hacer reflexiones sobre ese tema”, señaló.

También afirmó que ha tratado el asunto con otros mandatarios latinoamericanos, y “hemos elaborando propuestas, así que venimos con ideas”, que no adelantó porque – dijo – aún no se las ha presentado formalmente. Pero defendió organizar una mesa de trabajo entre Europa, especialmente España y Portugal, los países más cercanos a América, y los estados del sur del continente.

Tras anunciarse la nueva normativa el pasado junio, Chávez expresó su rechazó frontal y amenazó con tomar represalias contra las empresas de los países europeos que la apliquen y estén presentes en su país.