180 razones
"El fenómeno del digo Diego cobra vida cuando los políticos hablan de la crisis económica"
Canarias 7, , 26-07-2008Siempre me ha fascinado la facilidad que tienen los políticos para reinterpretar la realidad según sople la brisa. Parece que el cerebro de cada gestor de la cosa pública se coloca un chip especial que los capacita para darle la vuelta al calcetín a gusto del consumidor. Lo que hoy es blanco mañana es negro y la botella está permanentemente medio llena se mire como se mire. Es magia de primera, sobre todo porque el papel lo aguanta todo y las palabras se las lleva el viento. ¿O alguien se acuerda de lo que dijo el Gobierno hace seis meses sobre la evolución del paro?
El fenómeno del digo Diego cobra vida con especial crueldad cuando los políticos hablan de la crisis economica, ese monstruo de siete cabezas que anda por Canarias comiéndose cada día a 180 trabajadores. Repito: 180 parados en el Archipiélago cada 24 horas y casi 8 cada 60 minutos. La cifra, siempre fría aunque esté hecha de carne y hueso, implica que cuando acabe de leer esta columna – aspiro, ingenua, a que la termine – algún canario irá camino del Inem a inscribirse. Si ojea todo el periódico serán tres o cuatro las nuevas personas sin trabajo. Da escalofrío.
Y mientras tanto, ¿qué dicen nuestros políticos? Pues, oh milagro, resulta que ahora, justo ahora, los inmigrantes no son los responsables del desempleo en Canarias. Durante años, los responsables de la política de empleo del Ejecutivo autónomo se han llenado la boca asegurando que el paro no baja en el Archipiélago por culpa de las personas que vienen de fuera a ganarse el pan. Ese discurso que apela a los bajos instintos de la población – casi a la xenofobia – ha sido utilizado por los nacionalistas para echar balones fuera y no encajar el fracaso de su política de empleo.
Pero ahora no llegan inmigrantes. ¿Cómo es posible entonces que el paro suba en 66.000 personas en doce meses y afecte ya al 16% de la población activa de las Islas? Y siguen las preguntas: ¿por qué Canarias está a seis puntos porcentuales de la media nacional de desempleo?, ¿qué explica que aquí se destruyan más puestos de trabajo que en ninguna otra comunidad autónoma?, ¿cómo es posible que en Baleares, que también vive del turismo,el paro baje un 17% y la tasa de desempleo esté en el 8%?
Un discurso se agota pero surge otro de forma orquestada por la ingeniosa capacidad inventiva de los responsables públicos. Resulta que ya no llegan foráneos, pero se ha producido un «duro reajuste» económico «necesario» en España y en Canarias que, por su puesto, tiene tintes internacionales «imposibles de controlar». Casi nada.
Para cuadrar el círculo de tanta perplejidad, a nuestros políticos no se les ocurre otra cosa que volver a los socorridos clásicos de cuando no se tienen respuestas reales. Que si Canarias tiene que virar hacia la industria, que si los parados deben buscar nichos especializados… Hay algunos que sí necesitan un «duro reajuste».
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