En los últimos ocho años, el Ayuntamiento de La Línea ha destinado unos 22 millones de euros del presupuesto municipal a temas sociales, tal y como afirma la concejal de Servicios Sociales Inmaculada Olivero, señalando que el PSOE suele «jactarse» de llevar a cabo más medidas de corte social que el PP, pero asegurando que esta inversión es una realidad incuestionable.

Los Servicios Sociales están destinados a grandes rasgos a los menores, a las personas de la tercera edad y a los drogodependientes, aunque también están dirigidos a cualquier ciudadano que lo necesite, haciendo especial hincapié en los más necesitados o los que por el hecho de poseer un nivel cultural menor no sepan donde deben dirigirse para solucionar sus problemas.

Los centros de Servicios Sociales en La Línea se dividen en tres zonas: el de la zona del centro de la ciudad, el centro de la zona de levante y el de la zona de poniente, que corresponden al barrio pesquero de La Atunara y al Junquillo, respectivamente, constituyendo las dos zonas de transformación social del municipio y correspondiendo igualmente a los barrios donde se concentran el mayor núcleo de población de La Línea.

Estos centros cuentan con equipos de profesionales altamente cualificados que se encargan de tratar los problemas de los ciudadanos, como pueden ser el caso de los menores y el absentismo escolar o los menores con hijos; así como de ofrecer también tratamiento familiar, de apoyo y ayuda no sólo al menor sino a su familia contando a su disposición psicólogos y asesores entre otros.

Concretamente en el centro de Levante existe un equipo especializado en el absentismo ya que como afirma Olivero el absentismo supone «el incumplimiento de un deber». Así mismo, el centro dispone también de una letrada que se encarga del tema de la mujer y la violencia de género.

La Concejalía de Inmigración y minorías étnicas tampoco se queda cruzada de brazos, trabajando de forma «normalizada» ya que, como considera la edil, «todos somos iguales» y la creación de departamentos concretos para los inmigrantes, que pueden poseer los mismos problemas que las demás personas constituye un claro ejemplo de discriminación a evitar; aunque esta sea de carácter positivo, puesto que «el inmigrante debe adaptarse a nuestra cultura, a nuestra forma de vida», concreta Olivero, para llegar a integrarse en la sociedad.

Un buen ejemplo de centros linenses que ofrecen servicios sociales es el de encuentro y acogida localizado en la barriada del Junquillo. En este centro, los adictos en activo, ya sean drogodependientes o alcohólicos pueden hacer sus comidas, recibir tratamiento y control médico, dispensación de metadona, o tomar duchas, así como talleres que ayuden a la superación de su adicción y a su integración.

Además en este centro también tienen la opción de obtener ayuda en la tramitación de documentos, ya que según informa la concejal «muchos no poseen ni el DNI»; así como un servicio voluntario de tutela de pensiones, para aquellos drogodependientes que quieran que su dinero sea administrado para poder subsistir sin gastárse todo su sueldo en drogas o alcohol, también cuentan con apoyo psicológico. Olivero se muestra especialmente orgullosa de la labor realizada en el Centro de encuentro y acogida del Junquillo, cuyo personal trabaja con verdadera pasión y entusiasmo para conseguir que estas personas se rehabiliten o que al menos gocen de unos mínimos de calidad de vida tanto en el hecho de recibir alimento o aseo, como en el factor humano. Estos profesionales están al pie del cañón para ellos, en una tarea ardua y agotadora que no siempre encuentra los resultados esperados por todos; pero aun así siguen trabajando para que al menos estas personas tengan la oportunidad de vivir dignamente y la opción de salir de ese mundo contando con toda la ayuda necesaria para ello.

Olivero hace hincapié en que el equipo de gobierno trabaja en políticas sociales mejorando cada día en estos temas gracias a la implantación de sistemas de calidad propio, con la existencia de unos formularios a disposición del ciudadano para poder mejorar los servicios y dar un tratamiento más personalizado.

Los problemas a los que los servicios sociales tienen que hacer frente están muy diversificados, no existen problemas concretos, aunque hoy en día los temas que más preocupen sean la necesidad de una vivienda y de trabajo. Hoy si cabe, este problema es aun mayor según la edil debido a que la cifra del paro ha aumentado como efecto de la acuciante crisis en la que estamos inmersos. Para intentar paliar este problema el equipo de gobierno intenta dar salida a un club de empleo y derivar los problemas de vivienda a la concejalía de vivienda.