Pamplona. La crisis – ahora que ya se puede llamar así – golpea primero a los más débiles. Y así se refleja en las listas del Instituto de Empleo (INEM), que constata cómo han sido los inmigrantes los principales perjudicados por la destrucción de empleo de los últimos meses. En concreto, el número de trabajadores extranjeros que se encuentra sin trabajo se ha incrementado en un 71,64% desde junio de 2007.

Según los datos del Ministerio de Trabajo, 3.747 trabajadores de origen inmigrante permanecían parados en junio de 2008, lo que supone 1.564 más que el año pasado. La cuenta resulta sencilla: si el incremento total en el número de parados asciende a 3.641 personas, casi la mitad (un 44%) son inmigrantes . Sólo en junio, 178 perdieron su empleo, lo que supone un crecimiento de casi un 5% respecto al mes de abril.

El gota a gota, además, no tiene pinta de cesar de manera rápida, toda vez que Navarra ha sentido de un modo todavía tenue los efectos de una crisis que ya golpea con fuerza en otras partes de España. La debilidad de la construcción, un fenómeno aún reciente, amenaza con agudizarse en los próximos meses y puede dejar una bolsa de desempleados bastante amplia. De momento, el sector ha enviado al paro en los últimos 12 meses a más de 1.200 personas y parece haber arrastrado consigo a los servicios, sector extraordinariamente diverso, pero que en Navarra cuenta con un importante déficit: la ausencia de empresas que trabajen con alta tecnología. Esto último se deja sentir tanto en el tipo de contrato que se genera – elevado índice de temporalidad – como en las retribuciones, que se cuentan entre las más bajas del mercado.

Estos dos sectores agrupan a 2.763 de los 3.541 nuevos parados que se cuentan en Navarra desde junio de 2007, cuando la economía crecía en tasas cercanas o incluso superiores al 4%. En ambos, asimismo, ha resultado mucho más importante la destrucción de empleo masculino – algo obvio en la construcción – que femenino, cuyas tasas de paro siguen siendo superiores, pero que parece mantenerse mejor.

A falta de la fotografía más detallada que ofrecerá esta misma semana la Encuesta de Población Activa, los datos del Instituto de Empleo constatan que la industria, pese a crecer en actividad y empleo en los últimos trimestres, no parece ser capaz de absorber todo lo que pierde el resto de sectores económicos. La población activa, además, no ha dejado de crecer en los últimos diez años. Las previsiones apuntan asimismo a una importante destrucción de empleo en los dos últimos trimestres del año, que en Navarra será bastante más moderada, pero que situará la tasa de desempleo en el entorno del 6,5%.

La población inmigrante, cuyos puestos de trabajo se hayan encuadrados de modo mayoritario en la construcción y los servicios, es por tanto quien más ha acusado la importante caída en el ritmo constructor (casi 4.000 viviendas menos). Pese a ello, apenas siguen representando el 16% de los parados – son más del 10% de la población total – y su aportación ha resultado decisiva en sectores donde los navarros hace tiempo que parecen haber decidido no trabajar.

Por regiones, el arco levantino registra el mayor incremento en el desempleo en el último año, tanto en lo que se refiere a trabajadores nacionales como a extranjeros. Aragón es la comunidad en la que los extranjeros tienen un mayor peso en la bolsa de parados: suponen un 22,35% del total.