La Comunitat Valenciana se ha convertido en un auténtico paraíso para las organizaciones delictivas dedicadas a una lucrativa actividad ilegal: la realización de matrimonios de conveniencia entre extranjeros y españoles a cambio de elevadas sumas de dinero. La afirmación no es un tópico fácil. Las cifras así lo atestiguan.

Desde el pasado mes de abril, hasta cuatro organizaciones de este tipo han sido desmanteladas por la Policía Nacional en la región. Un traficante de drogas, buscado por un juzgado al estar pendiente su ingreso en prisión, dirigía desde la Comunitat la última banda desmantelada.

Como informaron ayer fuentes policiales, la red supuestamente liderada por L. A. B. S., de 36 años, es responsable de más de un centenar de enlaces matrimoniales ilícitos en Alicante, Madrid y Baleares.

La organización iniciaba su negocio captando a inmigrantes ilegales, principalmente subsaharianos, a los que cobraba cuantiosas cifras económicas para proporcionarles documentos falsos. Estos papeles eran el primer requisito para poder casarse con una española y iniciar el camino hacia su permiso de residencia.

Las falsificaciones solían ser diplomas de asistencia a cursillos matrimoniales a los que los extranjeros jamás habían asistido, certificados de empadronamiento o documentos que acreditaban una larga convivencia de los futuros novios.

El círculo delictivo se cerraba al contactar la red con mujeres con escasos recursos económicos. A cambio de una recompensa monetaria, estas accedían a casarse con los ciudadanos subsaharianos.

Las irregularidades detectadas por la Administración central en varios de estos expedientes matrimoniales fueron el inicio de la investigación. Los agentes de la Policía Nacional constataron que, en todos los casos, se trataba de enlaces entre españolas y africanos.

El caso quedó en manos de agentes de Extranjería de la Brigada de Alicante y de la Comisaría General de Madrid, así como de la Jefatura Superior de las Islas Baleares. El presunto líder de la trama fue localizado esta semana en Alicante y ya ha pasado a disposición judicial.


Casi 1.000 matrimonios

Sobre él pesan acusaciones de asociación ilícita, favorecimiento de la inmigración ilegal, falsedad documental y, por si todo eso fuera poco, tráfico de drogas por sus antecedentes como narco.

Sumando las otras tres organizaciones delictivas desmanteladas en la Comunitat desde el pasado mes de abril, este tipo de organizaciones habría llevado a cabo unas 1.000 bodas ilegales. Por fortuna, la documentación intervenida por la policía en las redadas permite, en la mayoría de los casos, desenmascarar esos matrimonios de conveniencia y declararlos ilegales.

En abril, 13 personas fueron arrestadas en Valencia por tramitar decenas de enlaces, con encargos llegados incluso desde Holanda. Un mes después cayó en Castellón y Valencia una banda responsable de 300 bodas ilegales, por las que cobraba hasta 10.000 euros. Y en junio, tras nueve años de actividad en Castellón, se acabó la suerte de otro grupo delictivo que organizó hasta 400 matrimonios de conveniencia.

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