El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, dijo ayer que «las causas particulares y tan dramáticas y humanas» del naufragio de Almería «probablemente, seguramente, se podrán estudiar».

Corbacho se reafirmó en que, tal y como dijo el martes, «la política del Gobierno es clara: los que entren ilegales no pueden tener otro destino que el volver a su país».

Sin embargo, «a nadie se le escapa que cuando hay un caso particular, muy singular y muy específico, siempre tiene que tener a lo mejor alguna consideración en la que pesen mucho los derechos humanos», quiso matizar el ministro.

Preguntado por los expedientes de expulsión de los supervivientes de la tragedia que costó la vida a varias personas, entre ellas nueve bebés, Celestino Corbacho señaló que no sabe lo que va a pasar, porque hay que estudiarlos y «eso es un procedimiento largo».