La escuela aplaude la idea de aulas para inmigrantes
Canarias 7, , 16-07-2008Lejos de la polémica que ha levantado en Cataluña, la medida de crear aulas de inserción social para los alumnos inmigrantes ha sido bien acogida por la comunidad educativa canaria. De hecho, padres y alumnos ya le habían hecho llegar propuestas similares a la Consejería.
Al tiempo que anunciaba que el Gobierno de Canarias estudiaba la puesta en marcha de un plan similar, el viceconsejero de Educación, Gonzalo Marrero, criticaba el martes en declaraciones a CANARIAS7 la «demagogia» con la que se había acogido en Cataluña la propuesta de la Generalitat de crear planes de inserción social para el alumnado inmigrante. Una polémica que no parece suscitar en el Archipiélago, lo que seguro celebrará. Al menos a priori.
La confederación de Apas Confapacanarias, por ejemplo, presentó en la última Mesa por la Calidad educativa una propuesta similar, según su presidente, Domingo Monzón. Aulas de integración social «no sólo para los inmigrantes , sino para todos los chicos necesitados de la atención de otros profesionales, como educadores sociales», que servirían de inmersión lingüística al tiempo que de espacio donde acercarse a la cultura. Eso sí, tendrían que estar en el propio centro, y los alumnos inmigrantes desde el principio acudirían unas horas a clase. «Hay que acogerlos en plenitud, si las aulas están fuera del centro y sólo se relacionan entre ellos ¿qué integración es esa?», se preguntaba.
Sindicatos. También la asociación de alumnos Udeca llevó a la Mesa una medida que entienden parecida: un curso inicial de español para extranjeros, porque eso, el idioma, es, según su presidente, Alberto Álvarez, el principal escollo. «Ese curso serviría para que se familiaricen con el sistema educativo», explicaba Álvarez, quien apoyaría la medida si va enfocada a los alumnos con otros idiomas.
Los sindicatos son más cautos. Pedro Cárdenas, de UGT, opina que hacen falta más datos para poder valorarla, y desde Stec, entienden que si está encaminada a lograr una integración más rápida, «no anulando su idiosincracia sino compartiendo la multiculturalidad» sería positiva. «De hecho, nosotros siempre hemos reclamado una atención específica», decía Silvia Rodríguez. Pero siempre que no suponga aislamiento ni segregación. Eso sí, «haría falta más profesorado, es decir, más inversión, y eso parece que contradice su política de recortar gastos».
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