JOSÉ A. TOVAL

SANTA CRUZ. El Gobierno de Canarias anunció ayer que estudiaría la medida presentada por la Generalitat catalana de segregar temporalmente, antes de su escolarización, a los menores inmigrantes no acompañados con edades comprendidas entre los 8 y los 18 años para facilitar su integración en la sociedad canaria.

El viceconsejero de Educación y Universidades del Ejecutivo regional, Gonzalo Marrero, sostuvo en Las Palmas de Gran Canaria, antes de que comenzara la reunión de representantes técnicos de educación de las 17 comunidades autónomas, que se trata de una medida «polémica, pero viable», anunciada por el consejero de Educación catalán, Ernest Maragall, en relación a las aulas de acogida para inmigrantes que lleguen a Cataluña a mitad de curso.

«Está claro – destacó Marrero – que si un alumno no conoce un idioma entrar en un aula donde le exijamos un determinado rendimiento no es sostenible», por lo que considera «indispensable» que se apliquen medidas «como ésta o parecidas» para solucionar «un grave problema», como es la integración de los menores inmigrantes en el sistema educativo canario. El viceconsejero subrayó también que España «es un país tremendamente demagógico, donde no segregar es poner a los alumnos juntos independientemente de que tengan el mismo nivel o de que conozcan o no la lengua».

Marrero señaló antes de conocer la rectificación catalana que la postura de la Generalitat abre «una nueva vía» que el Ejecutivo canario estudiará pues, a su juicio, «se intenta hacer una integración paulatina», de modo que primero estén en grupos donde se les daría nociones «básicas» sobre el conocimiento de la lengua, cultura y costumbres, «para luego irles incorporando progresivamente al sistema educativo».

Fuentes de la Consejería de Educación aseguraron que esta propuesta «está sobre la mesa desde hace tiempo», si bien se trata «simplemente» de un estudio, ya que no se puede equiparar la inmigración que sufre la comunidad catalana «con la intensidad y el flujo desmedido que vivimos en Canarias», con unos índices de escolares inmigrantes que se han «cuadruplicado» en la última década.