E. A./ M. A.

BARCELONA/MADRID. El gobierno catalán se retracta y afirma que los espacios de acogida para inmigrantes que anunció como paso previo a la escolarización de estos alumnos serán una «opción voluntaria» para las familias.

Fuentes del departamento de Educación de la Generalitat consultadas ayer por este diario reconocieron que los padres de estos menores con necesidades educativas especiales tienen la opción de descartar los Espacios de Bienvenida Educativa (EBE) si lo consideran conveniente y, por tanto, no es un paso previo exigible para la integración en el sistema escolar. «Las familias irán a las oficinas municipales a pedir la escolarización de sus hijos. Allí arrancará el proceso hasta que se le asigne una plaza. Durante este tiempo, se ofrece a los padres la posibilidad de que su hijo pase por estos espacios para tomar un primer contacto con la realidad cultural y educativa catalana. Pueden optar también por tenerlos en casa», indicaron.

ICV pide que se aclare La aclaración llega tarde y sorprende teniendo en cuenta que nadie puso en duda la obligatoriedad de la medida que, tal y como denunció ayer este diario, va en contra del articulado de la Ley Orgánica de Educación (LOE). ICV lanzó el apunte el sábado y pidió al consejero socialista Ernest Maragall que se definiera sobre la voluntariedad de la misma. «Deben ser espacios voluntarios, no obligatorios», dijo la portavoz ecosocialista Dolors Camats dirigiéndose a Maragall. Diversas voces del sistema educativo han pedido también al socialista que precise el tiempo de permanencia de los alumnos en este espacio de tránsito. La respuesta a esta pregunta no es concreta, aunque según confirmaron portavoces del citado departamento, «los alumnos están el tiempo que tardan en ser asignados a un centro. Suelen ser unos 20 días, pero en todo caso nunca un año».

Las citadas fuentes quisieron subrayar que se trata de «una medida de refuerzo» a las aulas de acogida de inmigrantes que ya funcionan, y que se pondrán en marcha sólo en aquellos municipios donde hay mucho alumnado de estas características. Respecto al hecho de que incumplan la LOE – que establece que la medida sea simultánea a la escolarización de los alumnos en grupos ordinarios – , el gobierno catalán se limitó a afirmar que «desde el momento en que los menores piden plaza en las oficinas municipales se pueden considerar escolarizados».

ICV abundó en la necesidad de que estos espacios sean «no segregados», es decir, que formen parte de los centros escolares, como medida complementaria para la acogida del alumnado inmigrado.

Valencia la considera «ilegal» Sin embargo, son ya más las voces que ponen en entredicho la medida. El consejero de la Generalitat Valenciana, Alejandro Font de Mora, mostró su rechazo a la iniciativa del Gobierno catalán, ya que consideró que es una «medida ilegal» que favorecerá «la creación de guetos». Font de Mora – que realizó estas declaraciones durante la presentación del nuevo decreto que establece el curriculum del Bachillerato en la Comunitat – afirmó que esta iniciativa «va en contra de la LOE, la LOCE, la Logse y de todas las leyes que históricamente han configurado la educación en democracia». La medida anunciada por el Ejecutivo catalán está prevista para aquellos alumnos que lleguen a esta autonomía con el curso empezado y arrancará en forma de prueba en Reus y Vic. Estos inmigrantes que hayan pasado por los centros de educación pasarán posteriormente a la red escolar. En opinión de Font de Mora, es «una forma segregadora de entender la educación» y señaló que «pone de manifiesto la profunda hipocresía social y política que sufre nuestro país», ya que «si esto lo hubiera hecho el que está aquí ante ustedes hubiera sido un escándalo nacional».

Corbacho: «Es muy valiente» Lejos de las consideraciones del consejero valenciano, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, se había congratulado el sábado de la medida, y consideraba «valiente» segregar temporalmente de manera previa a su escolarización a los menores inmigrantes para facilitar su integración. «Una vez más, Cataluña es valiente para dar respuesta», afirmó Corbacho, quien felicitó públicamente a Maragall. Lo que se desconoce aún es que dirá el ministro cuando sepa que que deja de ser obligatoria la medida.