El operario, de 51 años y de origen rumano, fallece aplastado por una placa metálica de gran tonelaje

VITORIA. Un trabajador de 51 años falleció ayer en las obras de construcción de la Y vasca – la primera víctima que registra – a su paso por Álava, donde comenzaron a finales del verano de 2006. El operario Florian Popa, de origen rumano, es la séptima víctima mortal en lo que va de año en el territorio (los sindicatos contabilizan 35 fallecidos en Euskadi desde enero). El suceso ocurrió al ser aplastado por una pieza metálica de gran tonelaje cuando realizaba tareas de montaje y desmontaje en las obras que se ejecutan en el municipio alavés de Luko (perteneciente al municipio de Arrazua – Ubarrundia, a diez kilómetros al norte de Vitoria). Se trata del primer tramo que se ha empezado a construir en Álava de la infraestructura ferroviaria por la que circulará el tren de alta velocidad (TAV) entre las tres capitales.

El empleado, que estaba contratado como oficial de primera desde el 19 de mayo por el grupo catalán Mecanotubo especializado en la ejecución de estructuras (con una delegación en Bilbao), murió pasadas las nueve de la mañana cuando una placa metálica de varias toneladas se desprendió y le cayó encima.

Esta firma está subcontratada para trabajos de encofrado por la unión temporal de empresas (UTE) Ave Luko, adjudicataria del tramo de Luko y formada por Tecsa y Altuna y Uría. La promotora de la Y vasca es Adif, el gestor de infraestructuras ferroviarias de Fomento.

El informe preliminar de Osalan (el Instituto de Seguridad y Salud Laboral del Gobierno Vasco) ha concluido que el procedimiento de trabajo que se realizaba cuando ocurrió el accidente mortal era “inadecuado”. El obrero falleció en el acto y fue necesaria una grúa para poder retirar la placa y recuperar el cuerpo.

Tal y como explicaron los sindicatos y los técnicos Osalan que se personaron en el lugar del suceso para iniciar la investigación, el operario, que pertenecía a una cuadrilla de trabajadores que acababan de llegar de Palma de Mallorca, estaba separando en el suelo tres tramos de la estructura metálica que sostenía un encofrado y que ya se había retirado del viaducto que se construye entre Luko y Miñano para salvar el río Santa Engracia.

Junto a un compañero, el trabajador había separado uno de esos tramos para llevarlo fuera de la obra y al retirarlo, otro de los tramos de la estructura perdió estabilidad. Aunque al obrero le dio tiempo a ver que se le venía encima y trató de apartarse, cayó sobre él. Además de Osalan, tanto Adif como las empresas adjudicatarias que integran la UTE han abierto sendas investigaciones para conocer las causas.