La Asociación Adevida, creada en 1979, para ayudar a las mujeres embarazadas, presenta una panorama alentador. Mientras en mayo de 2007 se atendieron 98 mujeres , un año después ese número se elevó a 128. El año pasado sólo esta asociación atendió a 2.595 mujeres y nacieron 765 niños. El perfil de la mujer que acude a estos centros es el de una persona de entre 25 y 30 años – aunque cada vez hay más menores de 18 años – , generalmente extranjera y con escasos recursos económicos. La directora de esta asociación, Beatriz Rodríguez, explica que la mayoría de ellas «sienten mucha soledad y están muy abandonadas». Además, sufren algún tipo de discriminación social, emocional o laboral. Para la psiquiatra, el problema principal es que «en vez de ofrecerles una mano amiga se les ofrece la salida rápida del aborto y tampoco se les explica las consecuencias que trae consigo esta práctica, como el sentimiento de culpa y hasta la agresividad hacia la pareja porque no le apoyó en su momento». Por ello, el lema de Adevida es «que ninguna mujer aborte porque no ha recibido información de que hay otros recursos que le pueden ayudar». Con este objetivo, la asociación, que cuenta con un equipo de psicólogos, trabajadores sociales, pedagogos y voluntarios, acompañan a las mujeres hasta el momento de dar a luz y durante el primer año de vida del niño.