«La UE abofetea a Latinoamérica» Jorge Pizarro Soto _ Presidente del Parlamento Latinoamericano

ABC, 14-07-2008

POR OLIVER OTERO

MADRID. En momentos donde la situación de los inmigrantes se está viendo amenazada por la aprobación de la Directiva de Retorno de la Unión Europea, representantes de países latinoamericanos y europeos tendrán una reunión hoy para reclamar alternativas que no afecten directamente a los hispanos establecidos en España y el resto de Europa.

- ¿Cómo han reaccionado los países latinoamericanos a la Directiva?

- Hay indignación con Europa. La resolución ha causado una sensación de impotencia enorme en la comunidad latinoamericana. Ha sido una señal política negativa que puede llegar a colocar en entredicho la voluntad de sentimiento a nivel colectivo entre Europa y América Latina.

- De acuerdo con esta reacción, ¿qué sienten los inmigrantes?

- Los inmigrantes latinoamericanos se sienten amenazados sin entender como una sociedad civilizada como Europa crea medidas tan discriminatorias.

- ¿Considera que la Directiva es racista?

- La experiencia latinoamericana indica que en la teoría no existe discriminación ni racismo, pero en la práctica sí la hay, generando la sensación de que el racismo, hoy día, existe en Europa. Ahora, la contrapartida es pensar que esto es una bofetada hacia Latinoamérica, que ha sido la receptora de las migraciones europeas en el siglo pasado.

- El presidente del Gobierno defiende la medida pero dice que «dependerá de la cooperación de los países de origen».

- Yo creo que una declaración de este tipo puede abrir un espacio de diálogo. Porque depende de su aplicación en cada país para saber cuan represiva o no será la Directiva, y se puede hacer una diferencia de aplicación con los migrantes latinoamericanos. Y me parece que España debe liderar con esta política porque es la puerta de Europa y con quien tenemos los vínculos más fuertes.

- Sin embargo, la UE ha reaccionado indicando que «hay desconocimiento y que no representa una amenaza».

- Efectivamente, y por eso la reacción en Latinoamérica ha sido tan fuerte, porque si analizan el papel y la letra no es tan alarmante. Lo que pasa es que hay una cotradicción con lo que dice el papel y las acciones prácticas. Por eso queremos que las garantías sean reales.

- Ahora, ¿qué pasará con las relaciones entre la UE y AL respecto a esta medida de inmigración?

- Ya de por sí las relaciones son complejas porque existe desconfianza, y con estas medidas se pueden poner peor. De este modo, las relaciones cambiarán porque nosotros no logramos entender que se pueda reaccionar de manera tan represiva con respecto a esta materia. Posiblemente, de los 8 millones de inmigrantes que estima la UE dos millones pueden estar en situación de ilegalidad, y son migrantes que no generan problemas instalados en distintas comunidades desarrollando sus vidas, sus trabajos y sus familias.

- ¿Qué resultados espera de la reunión de hoy?

- Esperamos que se vean los reclamos en los países europeos para que se produzca un debate y un diálogo político, de este modo desarrollar un esquema sobre el tema migratorio para llegar a algunas conclusiones que flexibilicen la aplicación de las normas, por lo menos con Iberoamérica.

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