El camino hacia la integración

Canarias 7, B. Amezua, 13-07-2008

 
¿Qué es el empadronamiento?. ¿Dónde y qué documentos necesito para obtener la tarjeta sanitaria?. ¿Que tipo de ayuda brindan las Organizaciones No Gubernamentales?. ¿Qué condiciona el acceso de los extranjeros a la Seguridad Social?. ¿Quiénes tienen derecho a la residencia permanente?. ¿Hay otros visados para buscar empleo?. ¿Cuáles son los procedimientos para la escolarización y las homologaciones?. ¿Qué se necesita para montar una empresa, alquilar un local y las licencias municipales necesarias?


Estas son algunas de las preguntas que el Manual del Inmigrante España responde para que cualquier extranjero, que esté en España o fuera de la Península, sea legal o irregular; tenga información veraz sobre las consecuencias de vivir en el estado español. Se trata de la primera parte de una guía, que se basa en la experiencia vital de William de Jesús Urbina, quien llegó hace cinco años a Gran Canaria procedente de Caracas y ha pasado por la experiencia de vivir sin papeles a tener los permisos de residencia y de trabajo exigidos.


Juan ManuelPadrón complementa este trabajo desde la óptica de un inmigrante venezolano, cuyos padres regresaron a GranCanaria hace 30 años, y accedió al complejo entramado administrativo español como hijo de emigrantes canarios retornados.


Estas dos personalidades y sus experiencias se traducen en un diálogo entre tres personajes. Carlos y Wilson son los extranjeros legal e irregular, respectivamente. Estos citan a una reunión a Manolo para que, a través de las preguntas hechas por los dos primeros, les aclare todas las dudas sobre los pasos a dar para poder vivir y trabajar en España.


Urbina es jurista, tiene estudios de postgrado pero, en Gran Canaria, está empleado como camarero. Ha pasado de trabajar una media de 15 horas durante seis días a la semana a depender laboralmente, y con mejores condiciones, de un emprendedor argentino que decidió vender sus propiedades para iniciar un nuevo negocio en el Archipiélago.
Padrón ha logrado montar una empresa, ha terminado un máster en Extranjería y, próximamente, espera obtener la licenciatura de Derecho.


Los dos aseguraron que uno de los principales problemas de los inmigrantes es la «absoluta desinformación» existente. «La gente llega a Canarias como se iba hace 50 años a Venezuela», afirmó Padrón. Sin embargo, «muchos añoran volver» a su país de origen cuando se enfrentan a la realidad. Por ello consideran que este manual tenía «que haberse hecho antes».


Están solos en esta aventura, y conscientes de que el éxito de esta guía depende de la distribución, han comenzado por colocar la publicación en los locutorios de la cuidad capitalina, en Vecindario y próximamente en Fuerteventura y Tenerife.


Toda la información está codificada, es decir, que comenzando por el empadronamiento y terminando por la nacionalidad española, detallan todos los pasos a seguir. Se completa con conocimientos sobre la geografía y política española, el sistema de gobierno, la demografía de cada Comunidad Autónoma y la renta per cápita de cada una de ellas, con unas especiales indicaciones sobre las regiones más ricas.


La parte final del manual engloba los contenidos denominados de «interés general» como un catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, los contingentes de trabajadores, la carta de invitación obligada para traer a una persona querida a España. Más extensamente se centran en las posibilidades laborales que tiene la Ley de la Dependencia. Padrón explicó que la población inmigrantes está «muy dispuesta aceptar» los puestos de trabajo que pueda generar esta ley porque pueden servir «para una regularización» y porque los trabajos del hogar y los derivados del envejecimiento de la población ya son un nicho de trabajo de los latinoamericanos, principalmente.
Ambos dicen que este trabajo es una «deuda moral» con la que quieren «ayudar», en origen y en destino, a evitar el «gran choque que es venir pensando que llegas al dorado de Canarias y encontrarte con la realidad de que ese dorado está negrísimo, incluso para los de aquí».

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