Fallecen en hospitales canarios otros dos inmigrantes del cayuco que llegó a La Gomera

Suspendida la busca de los 14 cuerpos arrojados al mar desde la patera que arribó a Almería

Las Provincias, AGENCIAS, 13-07-2008

La muerte de dos inmigrantes más eleva a seis el número de fallecidos del cayuco que llegó el viernes a la costa de La Gomera. Uno de ellos pereció en el hospital de la isla mientras que el otro lo hizo en el centro sanitario de La Candelaria, en Tenerife. La embarcación arribó a la playa de Alajeró con cuatro cadáveres y 55 supervivientes. Nueve de las personas que lograron sobrevivir a la dura travesía permanecen ingresadas en distintos centros sanitarios.

Las autoridades desconocen cuánto tiempo estuvieron los subsaharianos en el mar, ya que no ha sido posible determinar la fecha de la partida. Se sabe, en cambio, que permanecieron varios días perdidos a la deriva, que la comida se terminó pronto y el agua, poco después. A su llegada, llevaban cinco días sin beber.

Los servicios sanitarios no descartan, además, que el número de víctimas crezca en las próximas horas porque de los 11 inmigrantes que llegaron en mal estado de salud había algunos en situación extrema. Los supervivientes, una vez que se recuperen, serán trasladados al centro de retención de Fuerteventura. Cuando se cumplimenten todos los trámites, serán devueltos a sus países.

El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha convocado para mañana una concentración silenciosa en homenaje a los seis fallecidos. Curbelo solicitó a los vecinos que piensen acudir al acto que lo hagan con velas y flores. La iniciativa cuenta con el respaldo de Cruz Roja, la organización Todos Son Inocentes y la Universidad de Verano de La Gomera.

Con la muerte de estos seis inmigrantes, el número de muertos registrados en los últimos cinco días durante las travesías para llegar a las costas españolas es de 35. La cifra, sin embargo, es aproximada, dado que las autoridades no contabilizan las víctimas arrojadas al mar.


Bebé superviviente

Por otra parte, Salvamento Marítimo suspendió la búsqueda de los cadáveres de los 14 inmigrantes arrojados al mar desde la patera que llegó el jueves a Almería con 33 supervivientes a bordo. La explicación que dieron las autoridades fue que las posibilidades de hallar los cuerpos eran “remotas”, pues no hay certeza sobre el punto en que fueron lanzados al agua.

Los servicios de rescate rastrearon sin éxito 350 millas cuadradas en torno al punto donde se avistó la embarcación. Mejores son las noticias sobre los cuatro inmigrantes de esa patera que están hospitalizados. Todos, incluido el único bebé que sobrevivió, evolucionan bien y no se teme por su vida.

El dispositivo de búsqueda estuvo formado por el helicóptero Helimer Alborán, el avión Serviola 2 y la embarcación Remolcanosa 5, mientras que la Guardia Civil participó con otro helicóptero y dos patrulleras. Los testimonios de los supervivientes recogidos por la policía no aportan “informaciones de relevancia” que permitan ampliar el conocimiento de los hechos.

Los 33 supervivientes de la patera rescatada en Almería necesitarán aun muchos días para ser conscientes de lo ocurrido. “Creo que faltan aún días para que tomen conciencia” de la tragedia vivida, manifestó a Efe Francisco Vicente, coordinador provincial de Cruz Roja, sobre las personas que fueron rescatadas con vida y que llegaron al puerto de la capital en la madrugada del jueves tan débiles y desorientadas que ni siquiera se daban cuenta de lo que habían vivido.

Los supervivientes relataron entonces que nueve bebés habían sido arrojados al mar al no soportar las adversas condiciones del viaje – cifra que Vicente ha reducido hoy a siete – y las madres, que les dieron toda su bebida y comida, no recordaban nada y preguntaban a los voluntarios dónde estaban sus hijos.

Voluntarios de la Cruz Roja se han empleado en la atención sanitaria y el apoyo psicológico de estas personas, a las que resolvieron “todas sus dudas” y lagunas sobre el viaje, además de facilitarles el contacto telefónico con sus familias durante su estancia en los módulos de acogida inmediata del puerto de Almería, explicó Francisco Vicente.

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