La localidad barcelonesa de Vic y la tarraconense de Reus serán las primeras ciudades catalanas que abrirán el próximo septiembre los espacios creados por la Generalitat para acoger de manera temporal y previa a su escolarización a menores inmigrantes de 8 a 18 años con el objetivo de facilitar su integración posterior en la sociedad. Este servicio, bautizado como Espacio de Bienvenida Educativa (EBE), está diseñado para aquellos alumnos de más edad que suelen llegar a Cataluña cuando el curso ya está iniciado y que, hasta ahora, eran asignados a un centro escolar directamente, lo que provocaba dificultades en el aula porque suelen desconocer el idioma y su nivel de conocimientos es inferior al de su grupo de edad.

El conseller de Educación, Ernest Maragall, señaló ayer que estos espacios, en los que los niños realizarán actividades durante cuatro horas por la mañana, estarán también abiertos a sus familias, que recibirán asesoramiento y atención. Los centros, con capacidad para entre 15 y 20 menores, estarán ubicados en el antiguo edificio Casa de la Caritat de Vic, y, en Reus, en instalaciones adyacentes a un colegio público.

Segregación

La ubicación de estas aulas fuera de los centros ordinarios de educación creó polémica cuando se anunció la iniciativa de la Generalitat, ya que algunos sectores denunciaron el riesgo de segregación que comportaba para los alumnos inmigrantes .

El departamento de Educación, que ha diseñado estos espacios con la colaboración de los ayuntamientos, explicó que esta iniciativa mejorará la detección de las necesidades específicas de los futuros alumnos. El proceso que seguirán los inmigrantes que lleguen a Vic y Reus tendrá las mismas fases: recepción de las familias inmigrantes en el espacio de acogida por parte de los ayuntamientos y puesta en contacto posterior con los EBE, donde se evaluarán las necesidades de los menores y se informará a los padres de las posibilidades de su entorno y de las ayudas que existen.

Cuando se considere oportuno, los menores inmigrantes serán distribuidos en los centros escolares ordinarios y se informará a las escuelas sobre las características de éstos y sus necesidades.

En el caso de los niños de 0 a 8 años, la Generalitat les derivará directamente a un centro escolar tras redactar un informe, mientras que se han previsto programas específicos de acceso al mundo laboral para los adolescentes de entre 16 y 18 años.