La muerte de dos inmigrantes más elevó a seis el número de fallecidos del cayuco que llegó anteayer a la costa de La Gomera. Uno de ellos pereció en el hospital de la isla, mientras que el otro lo hizo en el hospital universitario La Candelaria de Santa Cruz de Tenerife. Los otros cuatro perdieron la vida durante la travesía, pero los ocupantes de la embarcación no arrojaron sus cuerpos al mar, decisión que sí tomaron, al parecer, con otros 11 subsaharianos que también murieron en el viaje.

De acuerdo a los testimonios de los supervivientes, el cayuco salió de Guinea – Bissau con 70 personas y llegó a playa Santiago, en el municipio de Alajeró, con 55 ocupantes vivos y cuatro muertos. Las cuentas, por tanto, dicen que faltan once, aunque el dato no es definitivo porque las declaraciones de los subsaharianos son aún muy confusas. No se sabe tampoco cuánto tiempo estuvieron en el mar ya que no ha sido posible determinar la fecha de partida. Se sabe, en cambio, que anduvieron varios días perdidos a la deriva y que la comida se terminó pronto, y el agua, poco después. A su llegada a la costa llevaban cinco días sin beber.

Los servicios sanitarios no descartan, además, que el número de víctimas crezca en las próximas horas porque de los once que llegaron en mal estado de salud había algunos en situación extrema. De hecho, dos de ellos murieron en las últimas horas. Los supervivientes, una vez que se recuperen, serán trasladados al centro de retención de Fuerteventura, y, una vez que se cumplimenten todos los trámites, serán devueltos a sus países de origen.

El presidente del cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, convocó en la capital de la isla para mañana una concentración en homenaje a estos seis fallecidos. Solicitó a los vecinos que piensen acudir que lo hagan con velas y flores. La iniciativa cuenta con el respaldo de la Cruz Roja, la organización Todos Son Inocentes y la Universidad de Verano de la isla. «La Gomera siente el drama de la inmigración», sentenció Curbelo.

«Falta compromiso»

El presidente del cabildo consideró que la única forma de frenar las oleadas de inmigrantes es la puesta en marcha de proyectos de desarrollo económico en los países de origen. «Ya no basta – dijo – sólo con medidas de control, es necesario mantener compromisos contra la pobreza».

Con la muerte de estos seis inmigrantes, suman 35 los fallecidos en los últimos cinco días en las travesías para llegar a las costas españolas. La cifra, sin embargo, no es real porque las autoridades no contabilizan las víctimas arrojadas al mar. De hacerlo, la estadística sería aún más macabra pues se cree que once ocupantes de la embarcación que llegó a La Gomera fueron lanzadas al agua; y en la patera que arribó a Almería hasta 14 personas, de las que nueve eran bebés, también fueron arrojadas al mar.