ICV recuerda al PSC que no puede obligar a las familias a prescindir de la educación ordinaria El ministro Corbacho alaba la «valentía» de la Generalitat al mantener en firme este sistema La polémica de los centros de escolarización exclusivos para inmigrantes de la Generalitat de Cataluña ha vuelto a tensar las relaciones en el seno del Gobierno tripartito. A las críticas de organizaciones como SOS Racismo, que tildan el sistema de «segregador y racista», se unieron ayer las de ICV.

Los socios de gobierno del PSC recordaron ayer a Ernest Maragall, consejero de Educación, que la escolarización en centros segregadores de los jóvenes recién llegados a Cataluña no puede ser forzosa, ya que «la plaza escolar [en un centro ordinario] es un derecho de los niños y una obligación de la Administración».

Mientras tanto, Celestino Corbacho, ministro de Trabajo e Inmigración, alababa la «valentía» de Maragall al mantener en firme esta propuesta, que ya criticaron sindicatos de profesores y de estudiantes el pasado mes de enero, cuando se presentó por primera vez. «Una vez más, Cataluña es valiente para dar respuesta» a la realidad de la inmigración, señaló Corbacho en el acto de celebración del 30º aniversario del PSC, según informa Efe.

El sistema de los Espacios de Bienvenida Educativa incluye cuatro horas de clase diarias para los alumnos y entrevistas con las familias. El programa, que la Generalitat pondrá en marcha en septiembre, está dirigido a los inmigrantes que lleguen a Cataluña de entre ocho y 18 años de edad.

Sin límite temporal

Uno de los puntos más criticados es que el sistema no marca cuánto tiempo deben estar los jóvenes en estos centros hasta poder escolarizarse en un centro ordinario junto al resto de alumnos. Esta transición, según el Govern, estará determinada en cada caso por una comisión de profesionales, que elaborará un informe para que el nuevo centro conozca las carencias y necesidades del alumno.

Dolors Camats, portavoz de ICV, ha criticado que el sistema no marque de manera clara un máximo de tiempo para la estancia de los jóvenes en los Espacios de Bienvenida Educativa. Por esa razón, Camats advierte de que, en ningún caso, la permanencia de los inmigrantes en los Espacios de Bienvenida Educativa deberá ser «mayor de dos meses».

Aunque el tiempo dependerá, según ICV, de las necesidades de cada alumno, «en ningún caso puede significar que un alumno llegue en octubre y se quede hasta el mes de junio», concluye Camats en un comunicado.

Otra de las peticiones de ICV es que estas escuelas para inmigrantes estén ubicadas en el mismo centro escolar, lo que sí sucede en Reus pero no en Vic, donde este espacio se encuentra en el antiguo edificio de la Casa de la Caritat, totalmente ajeno a algún centro escolar reglado. En Reus, en cambio, los tres centros programados están situados en edificios anexos a centros de educación primaria y secundaria.

Aun así, los ecosocialistas darán un voto de confianza al modelo si, en cualquier caso, éste se enmarca dentro de la política de inmigración que actualmente lleva a cabo la Generalitat, que incluye el asesoramiento en los propios centros o las aulas de acogida.

El modelo de estas últimas – un conjunto de clases de refuerzo para promover la integración en horario extraescolar y en paralelo a la escolarización ordinaria del joven inmigrante – es el que defienden tanto ICV como SOS Racismo y otras organizaciones críticas con los Espacios de Bienvenida Educativa de Maragall.

elmundo.es

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