El Embajador de Francia cree que la Comisión de la UE debió haber explicado normativa.

Frente a las concentraciones  del miércoles pasado en el país para rechazar la Directiva Retorno de la Unión Europea (UE) y la “gran emotividad” que  genera el tema, el embajador de Francia en Ecuador, Didier Lopinot, admite que “hubo un error a nivel de la comunicación por parte de la UE”.

“En la Cumbre de Lima, entre América Latina y la Unión Europea, se discutió el tema de la migración, y hubiera sido mucho mejor si la Comisión de la UE hubiera explicado de antemano lo que significa la Directiva Retorno. Por eso se suscitó una reacción emotiva tan fuerte en los países de América Latina, incluido Ecuador”, dijo a  este Diario el diplomático.

Para él, la Directiva Retorno que regirá desde el 2010, no es xenofóbica, no viola los derechos humanos, ni  provocará una expulsión masiva de indocumentados. Explica que es una norma marco que establece más bien limitaciones a las legislaciones nacionales de los estados miembros de la UE.

“Antes había siete países europeos que no tenían limitación en la duración de la detención para los inmigrantes irregulares, por eso había que ponerlo. En el caso de Francia, por ejemplo, su legislación establece que la duración máxima de la detención son 32 días y el promedio que se aplica es 12 días”.

Según él, los 18 meses establecidos en la Directiva Retorno como duración máxima de la reclusión no debe alterar lo que ya establecen las legislaciones de la mayoría de países donde  “son días, no meses”.

Esta Directiva introduce pocos puntos realmente nuevos y para el Embajador de Francia, país que desde el 1 de julio asumió la presidencia temporal de la UE (hasta diciembre), tiene más beneficios que desventajas para quienes actualmente están en alguno de los 27 países de la Unión de forma irregular.

Entre los beneficios destaca que la normativa común incluye la aplicación de importantes acuerdos en materia de derechos humanos en beneficio de los inmigrantes como la Convención Europea de los Derechos Humanos, las convenciones de las Naciones Unidas al respecto, así como la Convención de Ginebra sobre el Asilo.

La Directiva Retorno establece que se facilitarán los recursos a los inmigrantes para que puedan defenderse (en caso de deportación), tanto a nivel de asesoramiento jurídico como de apoyo lingüístico.

Este último es un tema particularmente sensible en el caso de Francia, país que cuenta con 7 millones de inmigrantes, la mayor parte de ellos provenientes de África. “Es un flujo de migrantes muy diferente del  que llega a España que hablan el mismo idioma y tiene culturas similares”, aclaró Lopinot.

Subrayó que es importante poder concertar la Directiva Retorno con los países de origen y de tránsito de los inmigrantes. En este sentido considera urgente definir  el contexto en el que se debe abrir un espacio de diálogo sobre el tema de migración: a nivel nacional o a nivel de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), cuya presidencia ocupa Ecuador.

Didier Lopinot
Embajador de Francia en Ecuador
“El objetivo no es frenar o rechazar la inmigración, sino regular para acoger de una manera digna”.