AFP

Giusto Catania, miembro del Parlamento Europeo, muestra una lista con las huellas de 120

militantes de partidos verdes y de izquierda enviadas a Roma como protesta contra el censo

VERÓNICA BECERRIL

SERVICIO ESPECIAL

ROMA. Los niños de los más de 70 campos nómadas de la capital italiana durmieron anoche tranquilos, sin pesadillas relacionadas con huellas dactilares. Todo gracias a la polémica levantada sobre la medida del ministro de Interior, Roberto Maroni , de fichar a todos los niños de esos campamentos y tuvo que explicar ayer, cuando estaba previsto el inicio de la operación, la forma en que se procederá la próxima semana.

Último recurso

«Recogeremos las huellas sólo en los casos en los que no se pueda identificar al menor», explicó el ministro visiblemente contrariado por el debate sobre una medida que él considera «humanitaria». En Roma, «procederemos de la misma manera con el programa establecido para ofrecer prestaciones sociales y sanitarias a los gitanos. Por este motivo el censo es la primera medida ya que si no sabemos quien vive en los campos nómadas, no podemos ayudarles».

Desde la Prefectura romana aclararon a ABC que la decisión de no comenzar ayer se debió a una cuestión de organización y explicaron que «con toda probabilidad el 15 de julio comenzará el censo».

Las autoridades policiales y la Cruz Roja visitarán primero los 50 campos nómadas ilegales radicados en el territorio. A cada persona se le tomarán los datos personales y sanitarios – vacunaciones, patologías etc – , excluyendo la descripción étnica. Si no son identificables y tienen más de 14 años, se recogerán sus huellas. Si no superan esa edad tan solo se le podrán tomar las huellas con autorización judicial. Los datos entrarán a formar parte de los archivos de Cruz Roja, que estima para esta primera fase un total de 2.500 personas para llegar a 9.000 al final del censo, cuando se vean los 22 campos autorizados de la capital.

Iniciativa limpia

El 18 de julio Cruz Roja ha convocado una rueda de prensa durante la que ofrecerá los primeros resultados del proceso, que tiene como fecha límite el 15 de octubre. Desde Cruz Roja Italia, su presidente, Massimo Barra aseguró que «se tratará de una iniciativa limpia». No están tan de acuerdo en Cáritas, desde donde siempre han llovido críticas a la medida. «Nosotros llevamos una especie de control de los campos sin molestar», aseguraron desde el organismo pastoral a ABC, «sólo hubiera hecho falta más ayuda por parte del Estado, así no nos están ayudando».