La inmigración es buena y mala a la vez, rejuvenece a la sociedad y contribuye a la diversidad cultural pero satura los servicios públicos y crea serios problemas de seguridad. Son conclusiones del último barómetro del Real Instituto Elcano, encuesta periódica sobre política exterior que pone de manifiesto las ambivalencias sobre la convivencia con los extranjeros.

Más de la mitad de los encuestados están en contra de tipificar la inmigración ilegal como delito, el 63% creen que debe favorecerse el retorno a causa de la crisis económica y el 86% consideran que el endurecimiento de las leyes migratorias en los países europeos puede suponer un aumento de los inmigrantes en España.

Los encuestados afirman que los inmigrantes colapsan los hospitales y los centros escolares, pero reconocen que ayudan a sostener el sistema de pensiones con su contribución a la seguridad social.