LUIS BENVENUTY – Barcelona

La nueva cadena del matadero también está preparada para hacer sacrificios según el rito judío
Uno de cada tres sacrificios, en verdad algo más, que se llevan a cabo en el matadero de Mercabarna se realizan según el rito musulmán. Pero ello no quiere decir que uno de cada tres ciudadanos de Catalunya profese esta religión. Es que el veinte por ciento de esta carne muerta desde Barcelona mirando a La Meca se vende en el extranjero, principalmente en Francia.

Con todo, las carnicerías halal del país galo no son los únicos comercios que compran carne catalana más allá de los Pirineos. La inmigración y la globalización están cambiando las sociedades, y también sus mataderos, como es el caso del de Mercabarna, que se encuentra en pleno proceso de transformación.

Estos dos trascendentales fenómenos sociales han supuesto durante el último lustro un incremento en el número de animales sacrificados en el matadero más grande de Catalunya superior al treinta por ciento. Este crecimiento sostenido alcanzó el año pasado un récord histórico, cuando pasaron por este lugar más de medio millón de cabezas de vacuno, ovino y equino, unas 32.500 toneladas de carne, lo que viene a ser una cuarta parte de las bestias de estas especies muertas en todo el país. Las reformas de la infraestructura permitirán satisfacer las crecientes demandas de carne sacrificada según el rito musulmán y también incrementar la exportación. Los griegos, por poner un ejemplo, son grandes compradores de vísceras, un ingrediente bien común en diversos platos tradicionales helenos.

Ayer, el presidente de Mercabarna y tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Jordi William Carnes, presentó la nueva mecanización de la línea del cordero, una tecnología noruega “de última generación, de las más modernas de Europa”, que permite doblar la producción de la anterior cadena, así como un desuello mucho más higiénico y rápido, un mejor control de la trazabilidad y un menor protagonismo del cuchillo.

Hasta cuatro mil corderos pueden prepararse para su venta en un solo día gracias a la nueva instalación, la mitad de lo que se sacrifica en toda Catalunya en una jornada.

Así el matadero de Mercabarna puede responder con mayor eficacia a las puntas de consumo de este producto propias de las Navidades, Semana Santa y, de un modo más reciente, la fiesta del Cordero. El coste de la recién estrenada cadena se acerca al millón y medio de euros. Esta nueva tecnología también permite una extracción más limpia de las vísceras, circunstancia muy valorada por los compradores griegos.

Además, Jordi William Carnes anunció una segunda inversión de tres millones de euros para ampliar las instalaciones del matadero, “el primero de Catalunya y el segundo de España”, en un diez por ciento, unos 2.000 m2destinados a muelles de carga y cámaras de conservación, que incrementarán su capacidad en un 50%. “Así el matadero reforzará el liderazgo de Barcelona como capital de la industria alimentaria española. Podremos hacer frente al incremento de las demandas de los clientes habituales y, además, incorporar nuevos operadores”. Las obras comenzarán tras el verano y concluirán a finales del 2009.

Mercabarna aglutina alrededor de una cuarta parte de la producción del sector cárnico de Catalunya. Concentra más de treinta empresas que manipulan las carnes procedentes del matadero. Según el teniente de alcalde, la infraestructura también puede llevar a cabo los sacrificios según el rito judío, pero aún no han recibido peticiones al respecto.