LUIS DE VEGA. ENVIADO ESPECIAL

NUAKCHOT (MAURITANIA).

El marfileño Ismael Fofana llegó a Fuerteventura desde el Sahara Occidental en patera en abril de 2006 y, tras 42 días en un centro de retención, fue enviado en avión a Nuadibú (Mauritania) junto a otros emigrantes. Ni era mauritano ni llegó a España desde Mauritania ni había cumplido los 18 años, como llegó a denunciar alguna ONG. Las autoridades de Nuakchot los llevaron en camión a la frontera de Senegal, donde coincidieron con este reportero.

Abusos como estos han sido denunciados especialmente desde que en 2006 se multiplicó la llegada a Canarias de cayucos desde Mauritania y Senegal. La semana pasada Amnistía Internacional (AI) acusó a Madrid de presionar a Mauritania, donde «se violan los derechos humanos» de los emigrantes, tanto de los expulsados como de los que intentan pasar a Europa desde ese país.

El Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo ayer en Nuakchot, al comienzo de su gira magrebí, que España va a estudiar la situación de los emigrantes del centro de Nuadibú, al que AI se refería de manera especial. Moratinos hizo estas declaraciones en presencia de su homólogo, Cheik Avia Ould Khuna, quien no admitió que existan abusos, aunque sí reconoció que tratarán de mejorar las condiciones del centro.