TERRASSA – BARRIO DE LA MAURINA
8,01 millones
Impulso para coser una fractura social

En el barrio de La Maurina de Terrassa (Vallès Occidental), en el que viven cerca de 8.000 personas, el 20% de la población son inmigrantes procedentes de fuera de Europa. La tasa de desempleo en la zona es superior a la media de la ciudad. A este dato se suma la escasa actividad económica, que cada año va mermando. Estos tres ingredientes dibujan en La Maurina una fractura social derivada del choque de culturas y la falta de oportunidades de sus habitantes.
El proyecto de mejora de los barrios de Terrassa se concentra, en consecuencia, en revitalizar esta zona de 42 hectáreas que forma parte del distrito cuarto de la ciudad. Que la Generalitat subvencione la mitad de los 16 millones de euros presupuestados es como una bombona de oxígeno para reactivar la actividad y cohesionar las relaciones vecinales.
El ayuntamiento propone actuaciones centradas en favorecer la participación de la gente, especialmente para reequilibrar la zona norte, donde se concentra la mayor parte de población inmigrante, con el resto del barrio. Con este horizonte fijado, se mejorará el espacio público para que se convierta en el motor que impulse otras actuaciones como la reurbanización de las calles y la mejora de la red de movilidad. También se quiere incentivar la mejora de la realidad económica del barrio.
Esta es la segunda ayuda que la Generalitat concede a Terrassa en el marco de la ley de mejora de los barrios. En el 2004, la ciudad ya recibió una subvención de 8,5 millones de euros para realizar mejoras en el barrio de Ca n’Anglada.

VIC – BARRIO DEL CENTRO HISTÓRICO Y LA CALLA
7,84 millones
El casco antiguo se abrirá a la zona sur

El centro histórico de Vic es una de las reliquias medievales más atractivas de Catalunya. Para mejorar su entorno y acabar de abrir el casco antiguo a la zona sur de la ciudad, la capital de Osona recibirá la mitad de los 15,67 millones de euros necesarios para crear una nueva puerta de entrada al centro de la localidad.
Con esta apertura del corazón histórico, el barrio de Adoberies y el río Meder quedarán conectados con el centro neurálgico de la ciudad. El río es en la actualidad un elemento de separación físico pero con la inversión que se realizará en los próximos años se convertirá en un nexo con el nuevo equipamiento cultural y consolidará la relación con el barrio de la Calla, situado al otro lado del río. La creación de calles peatonales será clave lograr la cohesión.
Las edificaciones del centro histórico son muy antiguas y muchas de ellas necesitan ser remodeladas. Al ser más baratas que las viviendas del resto de la ciudad, la mayoría de los inquilinos son gente inmigrante o ancianos que han vivido allí toda la vida. El proyecto para mejorar el barrio contempla solventar las deficiencias de los edificios, afrontar la situación de envejecimiento de los habitantes para evitar la marginalidad y garantizar una mayor cohesión social y solucionar la situación de despoblación que sufren zonas como la de Adoberies.
Con poco más de 38.000 habitantes, Vic es la ciudad más pequeña de Catalunya que ya tiene dos planes de barrio. En el 2005 la ciudad recibió una subvención para intervenir en los barrios del sur.

FIGUERES – BARRIO DEL CENTRO HISTÓRICO
4,91 millones
Mejora de las calles y plazas del centro

Figueres (Alt Empordà) destinará la subvención al proyecto de remodelación de 20.000 metros cuadrados de calles y plazas que forman parte del centro de la ciudad, donde viven cerca de 3.300 personas, la mayoría de ellas inmigrantes y gente mayor. En total se reasfaltarán ocho vías del núcleo histórico, como la calle de la Jonquera y de la Muralla. También se reurbanizarán cinco plazas, como la de la Palmera y la de las Patates.
Además de mejorar la imagen del casco antiguo, también se construirá un centro cívico y una biblioteca en un nuevo edificio de 3.000 metros cuadrados de la calle de Rec Arnau. De los 9,83 millones de euros presupuestados, se reservará una partida de 1,6 millones para que los particulares puedan hacer reformas interiores de los edificios, como colocar ascensores y retirar antenas.
La población de Roses (Alt Empordà) recibirá asimismo una subvención de 4,31 millones de euros para mejorar la zona del casco antiguo cercana a la riera de Ginjolers, donde el 12% de los edificios están en ruina y la actividad económica está estancada. En esta área viven poco más de 1.100 personas, la mayoría dependientes e inmigrantes.
La creación de espacios verdes, la supresión de barreras y el impulso de nuevos equipamientos son las tres actuaciones básicas que se realizarán en la localidad de Palafrugell (Baix Empordà), que también recibirá subvención.

ESPLUGUES DE LLOBREGAT – BARRIO DE CAN VIDALET
6,53 millones
El renacer de una zona nacida en los 60

El barrio de Can Vidalet empezó a levantarse en la década de los 60 y muchas de sus infraestructuras poco han cambiado desde entonces. Por eso, esta gran zona de Esplugues (Baix Llobregat), en la que viven cerca de 20.000 personas en solo un ki –
lómetro cuadrado, necesita una remodelación desde el punto de vista urbanístico, económico y social.
El ayuntamiento ha presupuestado 13,06 millones de euros para mejorar la vía pública y las aceras, eliminar barreras arquitectónicas y habilitar carriles para bicicletas. También se construirá un nuevo pabellón polideportivo y se renovará el mercado municipal.
La gran densidad de población del barrio y el importante porcentaje de inmigración de Can Vidalet hacen necesaria una inversión para crear mediadores y potenciar el papel de las asociaciones culturales, un importante vehículo de integración para los nuevos vecinos.
Potenciar el tejido comercial de la zona es otro de los objetivos marcados para mejorar el entorno del barrio. La mayoría son pequeños y antiguos establecimientos de alimentación, por lo que se procurará impulsar una diversificación del comercio y a la vez se promoverán nuevas oportunidades laborales para la gente del entorno.