Tariq Ramadan acusa a los políticos de "explotar el miedo" al inmigrante

El País, MIKEL ORMAZABAL, 09-07-2008

Las expresiones “nosotros, los occidentales” frente a “ellos, los musulmanes” deben desaparecer definitivamente del lenguaje político y de la calle, opina Tariq Ramadan, intelectual suizo – francófono y profesor de Filosofía Islámica en las Universidades de Oxford y Erasmus. Frente a esa dialéctica, plantea que debe imponerse un discurso integrador, basado en “un nuevo nosotros comunitario” que acepte el pluralismo y la multiplicidad de culturas.

Sin embargo, la realidad en Occidente es muy distinta en la actualidad. En una conferencia sobre “Europa y el islam”, ofrecida ayer en el marco de los cursos de verano de la UPV, Ramadan sostuvo que en Europa todavía no se ha asumido que “el islam es una religión europea” y que “hay millones de musulmanes que son ciudadanos europeos y aceptan las leyes [comunitarias] sin causar ningún problema”.

Ramadan criticó los intentos de excluir a los musulmanes, y por extensión a los inmigrantes, en la creación de una identidad europea igualitaria. Y culpó de ello a los partidos políticos sin distinción: “Los partidos políticos están instrumentalizando el miedo a la inmigración. Antes lo sólo hacían los de extrema derecha; ahora esto se ha uniformizado y los defienden los partidos de centro, de izquierda y de derecha”. En un tono muy crítico, añadió que esa mala utilización del miedo se manifiesta en que “mientras la mayoría de los musulmanes no tienen problemas con las leyes ajenas, se pone el foco en ciertos inmigrantes para generar sospechas” sobre lo que representan estas personas.

Ramadan sentenció que la clase política trata de trasladar la “falsa conclusión” de que “el islam no se puede adaptar a las democracias liberales”, cuando la realidad es que sus practicantes “llevan instalados en Europa desde hace muchas décadas, han aprendido las lenguas de su país, respetan las leyes y han demostrado lealtad a los lugares de origen”.

“Querámoslo o no, Europa necesita la inmigración. Su futuro depende de la inmigración, aunque hay que saber gestionarla, porque [los inmigrantes] no van a parar de llegar y seguirán surgiendo problemas”, manifestó Ramadan, quien, a modo de solución, planteó la siguiente disyuntiva: “O aplicamos una política razonable y utilizamos a los inmigrantes ya instalados para que los recién llegados entiendan el país de acogida, o continuamos utilizando la anécdota de los problemas que causa el nuevo inmigrante para extender la desconfianza sobre el resto”.

Crítico con las leyes que pretenden regular la inmigración y las políticas de seguridad que se están adoptando, Ramadan recordó que la evolución histórica ha demostrado, en países como Francia y Gran Bretaña, ambos con una larga tradición inmigrante, que la convivencia entre ambas culturas no es tan negativa: “La historia es mucho más positiva de lo que demuestra la fotografía de la crisis que sufrimos en la actualidad”.

En alusión al no europeo Turquía, afirmó que “si respeta la legislación europea, debe poder integrarse”, pese a las “razones geográficas” que aduce el presidente francés Nicolas Sarkozy o las “razones culturales” que opone el Papa Benedicto XVI. “Los miembros del Gobierno turco aseguran que la prohibición es una cuestión de miedo. Pero quienes sostienen que la entrada de Turquía puede percibirse como un nuevo elemento islámico no se dan cuenta de que el Islam ya está introducido en Europa”.

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