Presenta a Pajín como secretaria de Organización diciendo que Blanco le deja «el listón muy alto» Primera reunión de la nueva Ejecutiva del PSOE tras su 37º Congreso para hacer balance y apuntar, como explicó José Luis Rodríguez Zapatero, «los primeros pasos» de la agenda. La prioridad de los socialistas será reconocer el derecho a voto de los inmigrantes en los comicios locales.

Posteriormente llegará la reforma de la ley del aborto y la regulación de la muerte digna. No hay calendario, pero el presidente se ha comprometido a abordar ambos asuntos esta legislatura.

Zapatero hizo ayer los honores y presidió la Ejecutiva llena de caras nuevas. En su opinión, con la renovación de la misma se demuestra que el PSOE posee una «brillantísima cantera». Flanqueándole, ocuparon su puesto el vicesecretario general, José Blanco, y la nueva secretaria de Organización, Leire Pajín. A ésta última, el líder socialista le advirtió de que su predecesor, Blanco, le ha dejado «muy alto el listón».

En cuanto a los temas abordados, ayer quedó claro que el voto de los inmigrantes en los comicios municipales no tardará en ponerse sobre la mesa del Gobierno. «Empezaremos pronto», aseguró Zapatero cuando se refirió a este asunto, para el que será necesario previamente establecer acuerdos de reciprocidad con aquellos países democráticos que también estén dispuestos a reconocer el voto de los españoles que residen en su territorio.

Después, llegarán la revisión de la ley del aborto y la regulación de la muerte digna. Para ninguna de estas dos propuestas hay calendario. Por ahora, hay que quedarse con la palabra del presidente, que ayer respondió con un «sí» tajante cuando se le interrogó acerca de la posibilidad de que estas cuestiones se aborden en los próximos cuatro años. Eso sí, también se ocupó de reseñar que tanto una cosa como la otra se llevarán a cabo «en diálogo» con las restantes fuerzas políticas. Parece evidente que el debate será largo y enconado.

Zapatero señaló que aun cuando siempre ha intentado dar cumplimiento a las resoluciones de los congresos – sobre todo, dijo, «si afectan a la extensión de derechos» – , la intención siempre está supeditada a dos condicionantes: tener mayoría en el Parlamento y tener voluntad política. El primer requisito no se cumple del todo. «No tengamos impaciencia», afirmó para quitarse de encima la presión por las fechas.

La nueva cúpula del PSOE es consciente de que tanto una reforma de la ley del aborto, como la regulación de la muerte digna, requerirán de una labor minuciosa de explicación a los ciudadanos. Aborto y eutanasia son palabras mayores con las que se puede jugar peligrosamente.

Quizá por esta razón, el presidente recordó su obligación de dirigir el partido la acción del Gobierno «con valentía», pero también «con sensibilidad».

La extensión del derecho de voto a los inmigrantes será más fácil. Previsiblemente, ningún partido se opondrá de forma tajante, y ello, a pesar de que el líder del PP, Mariano Rajoy, no lo considera, ni mucho menos, un tema prioritario.

No falta quien opina que el reconocimiento del voto inmigrante le sirve a los socialistas para lavar la conciencia tras haber dado el visto bueno a la polémica directiva europea de retorno. El presidente lo negó radicalmente cuando se le sugirió que quizá estaba adoptando la estrategia «del palo y la zanahoria». «Siempre puede haber más papistas que el Papa» en esta materia, dijo.

Admitió que si de él hubiera dependido, la directiva habría sido distinta. No obstante, aseguró que la misma, en sus términos actuales – incluyendo la retención de los ilegales hasta un periodo de 18 meses – , supone «objetivamente un avance».