Francia, en la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), presentará hoy un plan para una concertada ofensiva contra la inmigración ilegal que espera el bloque adopte en octubre, pese a diferencias pendientes y acusaciones de xenofobia.

En la propuesta, que será discutida por los ministros del Interior de la UE en Cannes, los líderes del bloque se comprometerían a aumentar la lucha contra la migración ilegal, expulsar a más inmigrantes indocumentados y confirmar los compromisos sobre una política común de asilo para 2010.

Francia estableció como prioridad para su presidencia armonizar la política de inmigración del bloque, y quiere que los líderes de las 27 naciones miembro adopten oficialmente en octubre el Pacto Europeo de Inmigración y Asilo.

El texto endurece en efecto la política europea de inmigración. Busca fundamentalmente dar prioridad a la inmigración laboral, regular la inmigración familiar, reforzar los controles en las fronteras de la UE y facilitar el regreso a sus países de origen a quienes logren entrar irregularmente.

La indignación desencadenada en América Latina hizo que algunos responsables europeos pidieran prudencia antes de aceptar el proyecto francés.