"Europa hará campos de concentración"
Florisvaldo Fier, presidente del Parlamento del Mercosur
La Vanguardia, , 07-07-2008Florisvaldo Fier, conocido como Dr. Rosinha,fue nombrado presidente del Parlamento del Mercosur (Parlasur) hace una semana, coincidiendo con la cumbre de presidentes del bloque en la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán, donde fue rechazada la nueva directiva europea de inmigración.
El Parlasur vive un proceso de transformación. Fier será su último presidente semestral y después el cargo durará dos años para impulsar una Cámara que hasta ahora tiene más de simbólica que de práctica. “Tenemos más funciones de las que tenía el Parlamento Europeo en sus inicios”, dice Fier, aunque reconoce que aún no se cumple la obligación que tienen los gobiernos de consultar todos sus acuerdos con el Parlasur. Sus miembros son legisladores de sus respectivos parlamentos, pero en el 2010 serán elegidos por sufragio universal directo y simultáneo.
Fundador del Partido de los Trabajadores, este médico de 58 años es diputado federal brasileño desde 1999 y ya es consciente de que la prioridad de su mandato será la inmigración “por culpa de la Unión Europea”, dice Fier irónicamente. El Dr. Rosinha explica a este diario el trato “descortés” deparado por un funcionario español de la Comisión Europea – “no recuerdo el nombre”- cuando hace unas semanas visitó Bruselas con legisladores sudamericanos.
La declaración final de la cumbre fue enérgica contra la directiva de retorno, pero aún fue más duro el Parlasur, en cuyo pleno algunos diputados tacharon a la UE de “xenófoba”, “colonialista” y “criminal”.
No deja de ser una forma de colonialismo. Hace poco estuve en el Parlamento Europeo y, por la manera como fuimos recibidos, comprendí que aún perdura una mirada colonialista de algunos parlamentarios. Nos recibieron como si fuéramos a pedir favores.
¿No les explicaron que iban a aprobar la polémica directiva?
Dijeron que estaban preocupados por la inmigración pero en ningún momento nos explicaron que estaban elaborando una propuesta, porque si hubiese sido así, nos hubiéramos hecho oír.
Entonces, ahora volverán a Bruselas a pedir explicaciones.
No está programado, porque tras este rechazo queremos ver lo que la UE tiene que decirnos.
¿Por qué aquí hay tanto malestar contra Europa?
Mi bisabuelo paterno era italiano y mis abuelos maternos, españoles. Aquí recibimos y legalizamos a los europeos y ahora vivimos el proceso inverso, pero la directiva de la Eurocámara es muy agresiva, un atentado a los derechos humanos. Las personas son detenidas sin tener derecho de defensa. Viendo la historia de Europa, estamos muy preocupados, porque todos sabemos lo que ocurrió en la II Guerra Mundial y cómo fueron tratadas las personas que pensaban diferente, que eran de etnias diferentes, orientación sexual diferente, y no esperábamos jamás una decisión como esta.
¿Somos desmemoriados los europeos?
Una vez escuché a un chamán ecuatoriano decir que los conquistadores no descubrieron América, sino su propia ignorancia, porque el continente ya existía, pero ellos lo ignoraban. Después de 500 años no pueden continuar ignorando lo que ocurre en América. Nosotros no somos los únicos culpables, las grandes empresas llegan aquí y, en lugar de hacer inversiones, se llevan la riqueza. Por eso no hay desarrollo y la gente se va allí donde hay empleo, al Primer Mundo.
¿No cree que Europa tiene derecho a acotar el número de inmigrantes y a proteger su sistema productivo?
Los sistemas productivos de Europa y EE. UU. siempre están protegidos. Se crean tarifas, barreras fitosanitarias; vea los subsidios agrícolas. Estas políticas sobre el tránsito de personas deben ser debatidas con más profundidad y corregidas. No resolverán el problema de Europa. Quienes quieran ir clandestinos van a continuar viajando. Sencillamente, se van a crear campos o cárceles de concentración. Creo que hay que hacer un debate más profundo de la economía, del papel de las grandes empresas, que sí son enemigas del pueblo, incluso de los gobernantes, porque deciden cosas que algunos gobiernos no saben que están siendo decididas y que son extremamente nocivas. En Europa, casi todos los gobiernos apoyaron el modelo neoliberal y miren qué pasó en Argentina, Brasil, Uruguay… Son culpables, y los gobiernos deben debatir con mucha profundidad para buscar una solución. Nosotros no tenemos la solución, pero ellos tampoco.
Ustedes acusan a la UE de xenofobia hacia los ciudadanos no comunitarios, pero dentro de los países de América Latina, el racismo y el clasismo aún perduran con fuerza.
Nosotros también debemos trabajar mucho. Los prejuicios existen en todos los países, incluso en los gobiernos. Como el de Berlusconi, que es racista y prejuicioso. Como lo fue el de Aznar. Pero me preocupa un Gobierno como el de Zapatero; tiene que discutir más. Aquí también discutimos. En Brasil hay 80.000 bolivianos, y la mitad están siendo regularizados. Como dijo en la cumbre del Mercosur el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, hoy el mundo está patológico y no hay solución para esas patologías. No hay más patología que el prejuicio, no hay solución a corto plazo, pero los gobernantes deben demostrar su superación.
¿Zapatero debe tener un papel especial en esta crisis entre Latinoamérica y Europa?
Creo que sí, porque Zapatero es un político muy lúcido y condenó toda la política de Aznar. Tiene un papel fundamental y puede ser el interlocutor de la UE con Sudamérica.
Pero la mayoría de los eurodiputados socialistas españoles votó a favor de la directiva.
Sí, desgraciadamente, ya no se hacen socialistas como antes.
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