El congreso del PSOE

La Vanguardia, , 07-07-2008

EL Partido Socialista Obrero Español clausuró ayer su 37. º congreso. Un cónclave que ha transcurrido en un clima plácido, en gran parte fruto de la victoria electoral en las urnas hace cuatro meses. Las cosas siempre son más tranquilas cuando se está en el poder. Sin embargo, desde marzo tanto la acción del partido como del Gobierno parecían haber entrado en una cierta parálisis, agravada por una crisis económica que Zapatero insistía en negar, y al socaire de la grave situación interna del Partido Popular, que Mariano Rajoy logró resolver hace sólo quince días cuando su apuesta por el centro fue ratificada en el congreso de Valencia.

Ante esta tesitura, los socialistas necesitaban retomar la iniciativa y han optado por reactivar el modelo progresista. Tres son las conclusiones principales del cónclave del PSOE: un giro y una profundización en las políticas sociales, la defensa del modelo federal del Estado y de la pluralidad lingüística, y una importante renovación de la ejecutiva.

Los socialistas han apostado por avanzar más en la defensa de los derechos y libertades individuales, ya empezada en la anterior legislatura con leyes como la de matrimonios homosexuales o la de igualdad. Además, Zapatero ha querido dejar claro que el PSOE es un partido de izquierdas que quiere priorizar la ayuda a los más débiles, en un intento de marcar así distancias con el PP. A esa intención responden anuncios como la propuesta de reformar la ley del aborto, introduciendo llegado el caso una ley de plazos, el derecho a una muerte digna, la profundización en la laicidad del Estado o la voluntad de conceder el derecho a voto a los inmigrantes .

Por lo que respecta a la defensa del modelo federal, la ponencia política aprobada, fruto en parte de la aportación del PSC, insiste en el compromiso de desarrollar el Estatut, aunque relega la bilateralidad en las negociaciones sobre el futuro modelo de financiación, cosa que no debe haber dejado muy satisfechos a los socialistas catalanes. El PSOE ha aprovechado también la celebración de su congreso para contrarrestar la campaña a favor del castellano lanzada por determinados sectores y avalada por el PP. Los socialistas apuestan por la pluralidad lingüística del Estado e incluso por el modelo de inmersión existente en Catalunya.

Pero sin duda una de las consecuencias más importantes del congreso es la importante renovación que Zapatero ha hecho en la ejecutiva. El secretario general ha optado por un drástico cambio generacional. Mantiene la paridad, pero renueva la mitad de los miembros. Zapatero se rodea de un conjunto de dirigentes más jóvenes, totalmente leales y alejados de las guerras de familias que el partido vivió años atrás. La cohesión y el control del partido desde Ferraz, pues, están garantizados. De ello se encargará Leire Pajín, flamante nueva secretaria de organización y número tres del PSOE, quien desempeñará un papel fundamental en el futuro del partido.

Los socialistas catalanes vuelven con la satisfacción de ver que sus posiciones sobre el pluralismo lingüístico del Estado han sido recogidas. Más tibio ha sido el compromiso con el modelo federal que defiende el PSC, que finalmente estará representado en la ejecutiva federal por la ministra Carme Chacón y por Miquel Iceta, ambos conocedores de los entresijos tanto del PSC como del PSOE y llamados a intentar evitar encontronazos y tender puentes en la difícil negociación que se avecina sobre el modelo de financiación.

El congreso de CDC, el próximo fin de semana, pondrá punto final a este periodo congresual que han vivido casi todos los partidos tras las elecciones. Vista la actual coyuntura económica, bueno será que la clase política se centre ya en abordar los problemas del país más que los suyos internos.

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